PDF: La versión segura de tu Currículum
Entre el PDF y el Word
Aprobar el examen de grado es sin duda un reconocimiento a los conocimientos disciplinares, la capacidad de usarlos en situaciones de práctica y sobre todo al compromiso, perseverancia y capacidad de concretar y completar una tarea de un profesional. A continuación, vendrá el siguiente y consecuente desafío, que acompañará la carrera profesional de un abogado a todo lo largo: poder expresar conocimientos, capacidades, especializaciones y experiencias a través de un documento coherente y claro de cada trayectoria profesional y académica, el curriculum vitae. En principio, como hablamos anteriormente del tema, lo más conveniente para un abogado recién egresado es tener 1 página de 250 palabras, el que sólo en casos justificados debería ser más extenso.
La importancia de este documento, su contenido y capacidad de resumen y expresión, es de público conocimiento. Es una tarea que comienza al buscar el primer trabajo y que debe mantenerse actualizada constantemente, por todo el período de una carrera profesional.
Sin embrago, un factor importante y que pasa desapercibido con frecuente regularidad, es el formato en que se presenta y envía este resumen de nuestra carrera profesional o CV. En esta era de opciones e información no es sorprendente que existan múltiples formatos que sean populares entre los postulantes y empleadores: dos en particular se han vuelto las principales formas de entregar este importante documento, el PDF y el formato Word. ¿Cuál debería ser el formato elegido?
Cada uno de estos formatos tiene su lugar y sus razones. Hablemos del PDF, que definitivamente es el preferido y el que debería usarse en caso de postular a un trabajo:
- La primera de estas razones es simplemente seguridad, un PDF no es tan fácilmente editable como un Word y eso le da un cierto grado de certidumbre tanto a empleadores, como a postulantes.
- También relacionado con seguridad, está el tema de los virus, ya que es mucho más fácil poner un malware en un Word que en un PDF, cuando va como archivo adjunto.
- El formato PDF es además visible, de igual manera, para todos los modelos de computadores e incluso todo dispositivo con la memoria y acceso a internet adecuados. Esto significa que cualquier empresa o empleador que pueda estar interesado en un Currículum, puede revisarlo sin importar cuál sea su dispositivo en cualquier lugar y momento. Esto permite una enorme flexibilidad en especial en procesos en que hay muchos involucrados en la toma de decisiones.
- Cuando un CV por las razones que sea, requiere incorporar imágenes u otros elementos gráficos, el PDF permite control claro sobre el resultado, sin el peligro que reviste el formato de Word de distorsiones en el minuto en que el receptor lo recibe. El PDF al actuar como una imagen da seguridad al emisor de que el receptor lo verá tal y cómo necesita ser visto.
El Curriculum necesita no solo palabras sino también imágenes
Una opción necesaria
En resumen, el PDF es un documento fijo, que no permite edición ni revisión automática, que lo deforme o altere en forma significativa.
En todo caso Work on Law, dadas las razones expuestas requiere y utiliza el PDF. Es de acuerdo a nuestra experiencia que la seguridad de la correcta transmisión de la información y la formalidad que da al proceso, se convierte en una clave de aseguramiento de calidad y de objetividad en el proceso de selección.
Aunque el formato Word tiene sus usos en el campo de los abogados el formato PDF sigue siendo el requerido.
Un esfuerzo adicional puede ser la clave para sobresalir al momento de postular.
Opción C: Rotaciones híbridas
Un nuevo cambio al status quo
Cuando la pandemia trajo su nuevo status quo, todas las empresas del mundo se vieron forzadas a tomar la decisión de si debían y/o podían continuar con el trabajo presencial o sí adoptaban un nuevo y revolucionario sistema de trabajo remoto usando la conexión de internet y un computador.
Esta no era una decisión fácil de tomar pues, aunque cada vez más gente estaba confinada, el método que se estaba sugiriendo era demasiado nuevo y, por lo tanto, no estaba lo suficientemente probado con muchos y desconocidos inconvenientes. Sin embargo, la severidad de la pandemia y las consecuentes medidas de aislamiento no dejó alternativa con los resultados y problemas de los que hemos hablado en artículos anteriores.
Esta circunstancia, sin embargo, no implica que las compañías quieran mantener este sistema permanentemente. Muchas empresas, sopesando la opinión de sus empleados, los peligros de los grupos extensos trabajando juntos y un nuevo uso de infraestructura que requiere más espacio para evitar contagios, se han planteado la cuestión de elegir entre la opción A, volver al método anterior de manera presencial, o la B, seguir usando el nuevo estilo de trabajo, y han decidido escoger la nueva opción C, el método híbrido que le permite a las personas trabajar ciertos días en la oficina y otros en versión remota. Una opción que también se está volviendo cada vez más popular entre los abogados.
Tal como nos dice un artículo que estudió los distintos casos en Chile, estudios como Carey Abogados o Guerrero Olivos por ejemplo, optaron por asumir una manera híbrida de trabajo. En el caso de los primeros decidieron, tras las Fiestas Patrias chilenas del 2021 que, debido a la baja de casos de contagio y la cantidad de personas con un esquema de vacunación completa, implementarían un sistema en el cual sus abogados trabajan tres días presencialmente y dos días en forma remota. En el caso del segundo estudio, ellos decidieron hacerlo en forma diferenciada, dejándole un día de trabajo remoto a los abogados juniors y dos días para los abogados senior.
El 71% de las empresas legales alrededor del mundo han decidido adoptar un sistema híbrido
Una respuesta ante un nuevo mercado
No son sólo estas oficinas las que prefieren la opción C, de acuerdo con un informe creado por Thomson Reuters y Georgetown Law todas las firmas en forma global están decidiendo si implementan este sistema híbrido a largo plazo, y de acuerdo a la información que recopilaron, el 71% de los estudios legales alrededor del mundo decidió adoptar un sistema híbrido, un 19% prefirió seguir con el método 100% remoto y solamente un 9% volvió a la presencialidad total. De acuerdo con este informe, el trabajo híbrido poco a poco se está convirtiendo en el nuevo status quo del mundo laboral legal.
Pero ¿Por qué no se ha vuelto al sistema presencial anterior a la pandemia?
El informe de Thomson Reuters nos explica el motivo: debido a la pandemia el mercado laboral legal sufrió inicialmente una pérdida en el crecimiento de la demanda de un 1,6% pero en el año 2021 surgió un desarrollo de un 4%, una subida astronómica, sólo superada por la cifra del año 2007, en el cual creció en un 4,1%. El informe explicó que, aunque este crecimiento súbito fue una gran ayuda para los abogados, muchas firmas se vieron enfrentadas a una feroz competencia por el talento legal, otros profesionales y, por supuesto, conseguir y retener a sus clientes. Es por esto y como resultante de barajar las diferentes exigencias de todos los actores, que las firmas o estudios han visto en este nuevo sistema híbrido, una solución que les permite mayor rango de posibilidades y de soluciones, ya no como sistema absoluto sino que particular a cada caso y con los beneficios de ambas formas.
La pandemia trajo un nuevo status quo y todas las firmas tuvieron que adaptarse y elegir, no sólo debido a un tema de salud sino también por un nuevo tipo de competencia que fuerza a los estudios a encontrar diferentes formas de adaptarse. Pero ya sea que vuelvan a la opción A (presencialidad), a la opción B (remoto), o a la opción C, (con un sistema híbrido), es claro que un nuevo orden se insertó en el mercado laboral, más complejo y de matices de gris, al que toda oficina y firma deberá integrarse tomando la decisión que le parezca más adecuada.
Aunque inicialmente sufrieron una baja de demanda, en el 2021 el mercado laboral legal tuvo un incremento de clientes no visto desde el 2007
Las rotaciones híbridas poco a poco se han vuelto la forma más popular de trabajo para los abogados ¿Pero se mantendrá así en un mundo post-covid? Solo el tiempo lo dira
Los Temibles Cuatro de la Ley
Top of the food chain
Cuando uno piensa en estudiar o trabajar internacionalmente la primera opción que se le viene a la mente a muchas personas, en especial en Latinoamérica, es trabajar en Estados Unidos. No es difícil entender la razón: este país es hogar de muchas oportunidades laborales y experiencias culturales y además en una porción grande de su territorio, se habla inglés y castellano.
Pero en un mercado tan grande y con toda esta variedad de posibilidades no es extraño que la competencia para acceder a ellas sea notable y enorme. Esto afecta en gran medida al mercado laboral de los abogados, cuyo ejercicio profesional puede desarrollarse en un abanico gigante de ámbitos profesionales. Enumerar todos estos ámbitos y posibilidades laborales sería infinito, pero podemos partir por la más importante para esta disciplina: los estudios o firmas de abogados. Para poder entender este mercado, el paso inicial sin duda es conocer a quienes lo dominan, por lo que la primera pregunta a responder y tema de este artículo es: ¿Cuáles son estas firmas o estudios que dominan el mercado de Estados Unidos, específicamente en términos de litigios?
No es una duda que se responda fácilmente, pues en un mercado con estos niveles tan altos de escrutinio y competencia, los partícipes dominantes pueden cambiar año a año, dependiendo de su desempeño y de los parámetros que miden su éxito. Para hacer de público conocimientos dentro y fuera de este país, a quienes encabezan y dominan este complejo mundo laboral, BTI Consulting Group nombró a los cuatro Estudios o Firmas de litigio más temibles de todo el país en su ranking anual, aquellos a los que los abogados no se quieren enfrentar y el más exigente y apreciado objetivo para quienes buscan empleo en este ámbito del desarrollo legal:
- Jones Day: Una firma especializada en Ley Corporativa, fundada en 1893 por Edwin J. Blandin y William Lowe Rice en Cleveland, Ohio. Para el 2021 era el octavo estudio más grande en Estados Unidos y el decimotercero más exitoso en el mundo.
- Kirkland & Ellis: Un estudio jurídico fundado en 1909 por Stuart G. Shepard y Robert R. McCormick, especializado en Inversión de Capital y Gestión Corporativa. Es considerada la firma legal más grande del mundo y la séptima empresa con mayor cantidad de abogados globalmente.
- Quinn Emanuel: Un bufete White Shoe, establecido en 1986 por John B. Quinn, Eric Emanuel, David Quinto, y Phyllis Kupferstein. Dedicada a Litigios, tiene 800 abogados y 23 oficinas alrededor del mundo.
- Skadden: Una firma fundada en 1948 por Marshall Skadden, John Slate y Les Arps, especializada en Litigios y Transacciones.
La competencia entre los abogados es feroz, lo suficiente para necesitar un ranking anual de quien va a la delantera.
Las cinco virtudes
De acuerdo con el presidente de BTI, Michael Rynowecer estas empresas tienen 5 características que desarrollan en plenitud y que los convierten en un motivo de terror para quienes se les enfrentan en cualquier problema:
- Valientes: Los Temibles Cuatro, no tienen miedo al enfrentarse a situaciones de alto riesgo, peligrosas y desconocidas. Buscan nuevos desafíos y oportunidades.
- Astutos y altamente inteligentes: Piensan rápidamente, detectan patrones y son capaces de descifrar y crear múltiples estrategias.
- Energéticos: Incrementar el desafío no detiene a los Temibles Cuatro, sólo les da mayor energía.
- Flexibles y Rapidos: Estas compañías se mueven en forma expedita, con acciones rápidas, pero bien pensadas y con las herramientas adecuadas. La habilidad para pensar deprisa es lo que los ayuda en esto y lo que los caracteriza.
- Incesantes: Los Temibles Cuatro NUNCA se rinden ni descansan.
Hay una gran competencia en el mundo legal laboral de Estados Unidos y estas cuatro firmas han usado sus habilidades para llegar a la cima, por lo que un trabajo, pasantía o cualquier tipo de relación laboral con ellas, puede marcar fuertemente e incluso determinar éxito en la carrera de un abogado. Si decide que puede enfrentar este desafío y cumplir con las enormes exigencias y habilidades que se requieren, le deseamos suerte ¡Porque la necesitaran!
Los Temibles Cuatro fueron llamados así porque enfrentarlos es una pesadilla para cualquier litigante.
¿Cuáles serán la identidad de los Temibles Cuatro el próximo año? Solo el tiempo lo dirá....
La primera decisión: El rumbo del LL.M
En un mundo tan globalizado como el actual y que por otro lado se especializa cada vez más en nichos concretos en las diferentes profesiones, ha surgido la necesidad de una constante profundización de contenido y el mantenerse al día de los profesionales que buscan el éxito en el desarrollo de sus carreras. Una de las posibilidades para comprobar frente a los mercados y al mundo académico, este interés e inquietud de un profesional es sin duda el estudio de postgrado y en el caso de los abogados el LL.M.
El tener más de un foco dentro de la disciplina, con una especialización o buscar conocer diferentes realidades y escenarios en estudios generales de posgrado, es entonces una enorme ventaja en el desarrollo y posibilidades de la carrera de un abogado. Decidir cuál será la especialización que uno quiere para su carrera, es el primer paso y uno muy relevante, que determinará muchas de las posibilidades y decisiones que vendrán a continuación. Si no se tiene una idea concreta puede ser un proceso complejo, pues hay cientos de Másters en Leyes. Es por esto por lo que reunimos una gran cantidad de información en una encuesta realizada a abogados, sobre el tema, los intereses, problemas y posibilidades involucrados. Uno de los tópicos y focos abordados en ella, es el que en conjunto con sitios especializados abordaremos en este artículo: los campos de estudio de especialización más populares.
Antes de comenzar hay que tener en cuenta un elemento muy importante, no es necesario que el LLM aborde un tema específico, muchos abogados deciden estudiar un LLM general para profundizar sus conocimientos de manera menos específica y focalizada, profundizando y viendo con otros puntos de vista los conocimientos disciplinares generales. Estos estudios de postgrado no específicos tienen el mismo prestigio que aquellos que decidieron especializarse en un campo determinado, sólo refieren a diferentes intenciones de desarrollo profesional.
No hay tal cosa entonces, como un tema de estudio de posgrado mejor o peor que otro, el valor de la elección del campo depende de quién lo estudia, y de lo que quiere hacer el resto de su carrera. Sin embargo, hay opciones dentro del Derecho que son más populares que otras buscadas por potenciales estudiantes debido a las oportunidades que pueden entregar en el mercado o por un proporcionalmente mayor potencial que ven los profesionales en estos ámbitos de aprendizaje para el desarrollo de sus carreras profesionales y/o académicas y tal como revelan dos fuentes dedicadas a estas investigaciones las posibilidades son muy variadas.
Por un lado la encuesta realizada por Work On Law en México, Colombia y Chile, nos reveló las decisiones que tomaron los profesionales que las contestaron, y los posgrados que decidieron realizar para esos mercados, de variados temas, muchos no tradicionales, de carácter innovador, propios de nuevos desafíos de la profesión:
- Uno de los temas más populares que aparecen en la encuesta como foco de especialización son las leyes medioambientales, con sus variantes en Derecho del medio ambiente, energía y recursos naturales, Derecho ambiental, Global Environment and Climate Change Law junto con otros abogados que decidieron enfocarse en cómo aplica la ley en los crecientes desafíos y problemas del medio ambiente.
- Otros temas que destacan, por las potencialidades en los nuevos mercados y que aparecen en la encuesta son: Propiedad Intelectual, Resolución Alternativa de Conflictos y Computer and Communications Law, tema que aborda el inmenso y aún no completamente normado mundo de las redes sociales y entornos virtuales.
Hay más de 600 especializaciones disponibles para los abogados que quieran obtener un Master
Los ámbitos más buscados
Por el otro lado de acuerdo con un sitio especializado de los poco más de 650 estudios de L.L.Ms para abogados que presenta, define como los ámbitos más populares para estudio de especializaciones a los siguientes:
- Estudio de Derecho Internacional: “El desarrollo de una comprensión más profunda del derecho de sociedades, el derecho contractual, el derecho de propiedad intelectual, la resolución de disputas comerciales y la ley de competencia.”
- Estudio de Derecho Empresarial: “Diferentes áreas de prácticas comerciales y sus implicaciones legales. Pueden incluir varios subconjuntos diferentes de áreas legales tales como comercial, laboral, tecnológica, de medios o de patentes. Muchos programas están diseñados para uso internacional y preparan a los estudiantes con cursos en transacciones globales, gobierno corporativo y fusiones y adquisiciones en el cruce de fronteras.”
- Estudio de Derecho: Para profesionales con estudios de pregrado en Derecho, sistemas de Derecho y Regulaciones se establecen con el objetivo de guiar a la gente en la dirección adecuada. El contexto en el que se usan dichas guías incluye todo, desde sistemas de educación, negocios de restauración o política internacional.
- Estudios de Derecho Nacional: “Se centra en las regulaciones gubernamentales, las normas de la agencia y los precedentes legales. Los estudiantes toman una variedad de cursos que pueden incluir leyes antimonopolio, leyes electorales, leyes ambientales, leyes del gobierno local, riesgos, políticas y leyes públicas, leyes de educación o políticas y leyes de salud.”
- Estudio de Derecho Económico:”…Se enfoca en los regímenes regulatorios internacionales y nacionales que se aplican a las empresas. Los cursos en este programa pueden considerar la resolución internacional de disputas, el comercio internacional y local, las leyes de inversión, la propiedad intelectual y cómo estas áreas afectan y se ven afectadas por la economía.”
- Estudios jurídicos en Derechos Humanos: “Además de aprender las leyes básicas que se aplican a los derechos humanos, los estudiantes pueden enfocar su campo de estudio aún más y centrarse en los derechos humanos en lo que respecta al derecho mercantil, los derechos humanos en relación con el encarcelamiento y los derechos humanos cuando se conectan con la economía.”
- Jurisprudencia: “Jurisprudencia” se refiere a la filosofía de la ley, y las personas que optan por obtener un LLM en el área generalmente quieren obtener una comprensión más amplia de la ley en sí misma. Sin embargo, dentro de este programa, las personas aún pueden optar por reducir sus estudios y tomar cursos en áreas como investigación legal, práctica legal, resolución de conflictos, derecho comparado, derecho internacional o la ley en lo que respecta a la industria de la salud.”
- Estudio de Resolución de Problemas: “Es un programa de grado que analiza las técnicas y teorías necesarias para resolver disputas comunes. Los estudiantes pueden aprender sobre procesos tanto adjudicativos como consensuales, o pueden seleccionar un enfoque dentro de su grado.”
Con la enorme y diversa oferta de LLMs, actual en el mercado las oportunidades y herramientas a disposición para especializarse son cuantiosas, y seguramente seguirán incrementándose y cambiando porque las leyes son una disciplina que constantemente se adapta y evoluciona con los avances de la sociedad. Hay decenas de Masters en Leyes y muchas universidades que los enseñan por lo que sí un abogado no tiene una idea concreta puede ser un proceso complejo. Sin embargo es necesario como primera decisión, dar rumbo a este viaje que promete infinitas posibilidades. Invitamos a todos quienes han tenido experiencia a participar de nuestra encuesta, que aún está abierta y podrá ayudar a los profesionales a definir de mejor manera sus futuros estudios.
Aunque las búsquedas tienden a ser más convencionales la elección final de los abogados es una combinación entre interés y oportunidad
El primer paso siempre es escoger que es lo que quieres estudiar, pero el segundo paso no es estudiar inglés sino saber DONDE estudiar....
La contraoferta: el tabú perdonado por el covid
Una política re-examinada
Cuando uno piensa en las consecuencias del covid lo primero que viene a la mente son cosas como el trabajo en casa, las mascarillas y el aislamiento pero varios aspectos del mundo fueron afectados por la pandemia, ya sean elementos laborales, económicos o psicológicos. En el mundo legal una nueva consecuencia ha surgido: Las contraofertas, tal como explica el artículo escrito por El Confidencial, han resurgido como un método de mantener a los abogados.
Hasta hace no demasiado, muchos grandes bufetes tenían como política no contraofertar al abogado que anunciaba que dejaba la organización para fichar por la competencia. Era una norma no escrita que rarísima vez se saltaban. Este principio respondía a la convicción de que, cuando alguien toma la decisión de abandonar un despacho, es porque se ha producido ya una quiebra definitiva del vínculo y el compromiso que le unen con sus compañeros. A su vez, desde el momento en que el profesional comunica su salida, se agrieta de forma irreparable la confianza que el resto de la firma deposita en él. “Es algo así como si tu mujer te dice que está pensando en dejarte para irse con otro”, ejemplifica gráficamente un ‘headhunter’ con amplia experiencia en el sector; “aunque después dé marcha atrás, tú ya te quedas para siempre con la mosca detrás de la oreja”.
Pero no solo es que los despachos no contraofertaran. “Es que en los pocos casos en los que lo hacían, que podían rondar en torno al 30 o 35%, la gran mayoría de candidatos rechazaban la propuesta”, señala Pedro Herráiz, socio de la firma de cazatalentos Altum Advisors. La contraoferta, normalmente de contenido económico, difícilmente repara las causas más profundas que se esconden tras la decisión de dejar una firma, enfatiza Herráiz. En un sector de altas retribuciones como es el de la abogacía de élite, el valor marginal del dinero se reduce conforme se avanza en la carrera, lo que convierte cualquier alza salarial en un placebo de efectos limitados en el tiempo.
Todo esto, sin embargo, ha cambiado tras el covid. La dura batalla por el talento que se libra en el sector legal ha forzado a muchos despachos a tragarse el sapo y normalizar el recurso de la contraoferta como instrumento de retención de los abogados. No les ha quedado otra.
Tras el ‘shock’ inicial de la pandemia, el trabajo en prácticamente todas las áreas se disparó, lo que ha provocado que la demanda de profesionales sea muy superior a la oferta. Perder a un buen letrado —o a uno no necesariamente tan bueno— suponía dejar encargos desatendidos, y tener que salir a un mercado ultra competitivo y, en opinión de muchos, hiperinflacionado. “En el actual contexto, si tienes a alguien que funciona, te sale mucho más rentable retener pagándole 20, 30 o 40.000 euros más, que arriesgarte a que se vaya y tener que ir a fichar a otro abogado que, quizás, te pida aún más dinero y tarde en incorporarse tres, cuatro o seis meses. Y ello con el riesgo de que después no encaje”, explica un socio de M & A de un bufete del ‘top 25’.
“Además, en las salidas también hay un riesgo reputacional a tener en cuenta por los despachos, porque generan el runrún en el mercado de que no están atravesando un buen momento”, agrega Luis Díaz-Obregón, director en Boyden España. El creciente miedo de las firmas a la fuga de talento, continúa Díaz-Obregón, convive con la mayor permeabilidad de los candidatos. “Antes costaba que, siquiera, escucharan las propuestas que llegaban de otros bufetes. En la actualidad, cerrar un proceso sigue siendo complicado, pero todos, incluso los socios, se ponen al teléfono para ver qué tienes que contarles”. En opinión del ‘headhunter’, el teletrabajo tiene parte de responsabilidad en esta mayor ‘promiscuidad’ en el sector, pues ha diluido los vínculos y el ‘engagement’ del profesional con su organización.
La pandemia causo un nuevo nivel de competitividad a la hora de conseguir nuevos abogados
El efecto dominó de la contraoferta
A pesar de que el mercado manda, son muchos los profesionales, dentro y fuera de los bufetes, que ven vigentes los motivos para desconfiar de la retención basada en la contraoferta. Uno de ellos es Sancho Peña, socio de la firma Page Executive. “En nuestro caso, tenemos medido que un alto porcentaje de los candidatos que se quedan gracias a una contrapropuesta acaban dejando la organización a los dos o tres años. Y no solo pasa en el sector legal, sino en todos”. ¿Por qué? “Porque, más allá del dinero, las razones organizativas, de proyecto o de carrera que motivaron la decisión del cambio no suelen variar”, expone. Una visión que comparte Mila González, de IurisTalent. “Si era un problema solo de dinero, la nueva oferta lo soluciona, es cierto. Pero en determinados niveles profesionales, siempre aparecen otros motivos y, si el despacho no había tomado determinadas decisiones antes de que el letrado amenazara con irse, la experiencia nos dice que no las adoptará una vez se han asegurado que se quede”, indica la ‘headhunter’.
Además de la contraoferta económica, Sancho Peña señala que los despachos también echan mano del recurso de acelerar la carrera de los abogados —por ejemplo, adelantando el acceso a la condición de socio—. Una vía más sencilla para los bufetes nacionales que para los internacionales, que deben consensuar con su sede central el número de socios que pueden hacer cada año.
“En todo caso, el ascenso de categoría conlleva un incremento de la retribución, por lo que, indirectamente, siempre hay dinero de fondo”, señala el responsable de RRHH de otra firma del ‘top 25’, que incide en los efectos perniciosos que está provocando la práctica de contraofertar a los profesionales. “Cada son más los abogados que lo que buscan es que les hagas una propuesta para poder revisar su situación en su actual despacho y, después de todo el proceso, te dejan en la estacada”, relata. Que el letrado se subasté, siembra desconfianza en su compromiso y adhesión al proyecto, conceptos que, a pesar de sonar excesivamente románticos, muchos bufetes siguen teniendo en cuenta.
Junto con la contraoferta, Díaz-Obregón subraya otros dos mecanismos a los que se recurre con mayor asiduidad en estos últimos años: la prima de fichaje —también llamada ‘sign-on bonus’ o ‘welcome bonus’— y el bonus de retención. Dos cuantías que, además, pueden diferirse en el tiempo para anclar al profesional en la organización. “Se distribuye entre varios años y se condiciona su pago a que el abogado siga en la firma, así se desincentiva su marcha”, describe. Ambos instrumentos, señala el responsable de RRHH, ofrecen una segunda ventaja. “Te permiten inyectar ese ‘plus’ que puede decantar la decisión del letrado, sin alterar el fijo que percibe, por lo que se mantiene en las bandas salariales en las que le correspondería”, explica. Alterar las escalas retributivas, a la larga, puede convertirse en una bomba de relojería para la ‘paz social’ en los despachos.
Pero, ¿son todas las contraofertas en términos de mejoras económicas o de carrera, o empieza a haber abogados que lo que reclaman son otras cosas? Aquí las experiencias no son del todo coincidentes. Herráiz afirma que sí, que entre los candidatos también empieza a calar la idea de reclamar mayor flexibilidad y más capacidad para conciliar, o se fijan en el impacto social de la compañía o la imagen que proyectan los líderes de la organización. En los bufetes, en cambio, son más escépticos. “A la hora de la verdad, tienen miedo porque reclamar flexibilidad o conciliación suena a ‘quiero trabajar menos’, por lo que la negociación sigue transcurriendo fundamentalmente en términos económicos”, exponen desde un bufete nacional.
Antes de los cambios hechos por el covid la contraoferta era considerada no solamente impráctica, sino también inútil debido a que no podía resolver los problemas más allá del dinero
Aunque la contraoferta solía ser un tabú que nunca debía ser usado, se ha convertido en una de las muchas herramientas en el ambiente de los abogados ¿Qué otros cambios escondidos se pueden encontrar en el mundo post-pandemia?
El impacto de la digitalización en el ejercicio legal
Your new gadgets Mr Bond
Cuando uno piensa en un abogado lo primero que probablemente le viene a la mente es la imagen de un ejercicio profesional más bien tradicional, con libros, tribunales, veredictos, defensores, acusadores y jueces. Pero la realidad es que, al igual que en casi todos los aspectos personales y profesionales de la vida contemporánea, las innovaciones y la tecnología han tomado un rol cada vez más importante. Como un agente silencioso estos aspectos están cambiando las posibles oportunidades de desarrollo del ámbito legal y la forma en que se desarrollará la profesión en el futuro.
Estos cambios cada vez más generalizados están permeando con creciente rapidez, la relación de los abogados con sus clientes, con la necesidad de acceso a mayor información, la forma en que se tramitan casos y asuntos en tribunales, los modelos de negocios que deben desarrollar, la complejidad de los desafíos, etc. Es por esta razón que muchos estudios de abogados, conscientes de las posibilidades, ventajas y beneficios que estas innovaciones y tecnologías podrían darles, están implementando y especializando profesionales en el uso práctico y directamente relacionado con la profesión, de estas herramientas. Para el ejercicio del derecho, probablemente el acceso a la información, su categorización y clasificación para optimizar el tiempo, es la fuente más importante de ahorro y eficacia al momento de abordar de mejor manera los desafíos que se les plantean. Para esto hay muchas innovaciones tecnológicas disponibles y efectivas.
Innovaciones tecnológicas
De acuerdo a una página dedicada al uso de tecnología en el ambiente legal hay varias herramientas que crean diferencias, el primero y la más conocido de estos desarrollos, es la Inteligencia Artificial (I.A.), innovación que le permite a los computadores desarrollar “comportamientos inteligentes”. Esto significa que pueden aprender, comunicarse con los usuarios, analizar información y comprenderla en su contexto y en general, buscar patrones para realizar un aprendizaje automático y en base a eso tomar las mejores decisiones posibles para lo que requiere el usuario. Para los abogados esto significa que la I.A. puede ayudarlos a través del análisis de jurisprudencia relacionada con el tema que se está abordando, organizar la información y ayudar con la búsqueda y fundamentación de argumentos, entre otros.
Otra herramienta revolucionaria es el Big Data, dedicada a compilar bases de datos grandes y complejas. Esto ayuda a los abogados en el acceso a procesos, análisis y categorizaciones de millones de normativas, leyes y otros documentos legales que le permitan planificar sus estrategias con información comprobable. Para un abogado la información lo es todo, es la base de su ejercicio, lo que vuelve a este mecanismo algo irreemplazable pues el proceso de buscar la información requerida que antes necesitaba días o incluso semanas se ha vuelto casi instantáneo. ¿Les suena familiar? Debería, pues, esta es una de las claves del éxito de Google.
También tenemos aplicaciones como el Business Intelligence, el cual provee estructuración de datos de acuerdo a segmentos de negocio o mercados. Esto ayuda a los abogados a encontrar oportunidades de negocio, automatizan el análisis de los datos, ofrecen informes, resúmenes y gráficos que proporcionan información detallada sobre las necesidades reales de cualquier negocio en que sea utilizado. Sí el Big Data funciona como Google, es decir buscando los datos al momento en que se piden, esta herramienta ayuda a agrupar los conocimientos de una disciplina, para que estén disponibles al momento de crear una estrategia.
Por supuesto habría que agregar a esta lista todas aquellas plataformas que agilicen la relación con los clientes y las hagan más extensas, directas e inmediatas, como, las plataformas de comunicación, del estilo Zoom o Teams, las aplicaciones y redes sociales (LinkedIn, Instagram, entre otras), blogs, páginas web interactivas entre otros.
La cantidad de información que es accesible para todos ha causado un impacto en los métodos de los abogados
La ley y la información
Nuevos campos
Como todas estas herramientas dan a los profesionales mayor, mejor y más rápido acceso a información local y mundial, hay que ser capaz de encauzarlas para lograr nuevas oportunidades y campos de desarrollo de la disciplina.
Un ejemplo de estos nuevos campos de desarrollo, sin lugar a dudas, serían aquellos que se centran en delitos informáticos. La cada vez mayor cantidad de datos personales e institucionales, disponibles en bases de datos, en la nube y en sitios de uso público y privado, hace a las personas susceptibles a ataques a su información personal, robo de datos, hacking, phishing y estafas. Este tipo de delitos, es cada vez más frecuente y cambiante, lo que lo hace impredecible, muchas veces no abordado por normativas legales y en consecuencia difícil de abordar y defender. El rol de los abogados en este ámbito demanda un servicio cada vez más completo y un entendimiento de las múltiples facetas y disciplinas que demandan esta clase de casos. En consecuencia una enorme capacidad y rapidez para acceder a información relacionada. Poco a poco este ámbito se ha vuelto cada vez más popular, hasta el punto de que los LL.M en Ciberseguridad se han transformado en una de las especializaciones más populares actualmente.
Otro ejemplo de estos campos de nuevas formas de desarrollo son los relacionados con la protección de los derechos de autor. Con la mayor accesibilidad a información, artículos, vídeos, fotografías, proyectos y demás material existe implícito un mayor riesgo de que puedan ser usados por instituciones o individuos que no respetan la autoría de creadores originales de contenido. Debido a que todos los días nuevos clips, artículos científicos, películas, blogs, libros y más son subidos a la web, hacer cumplir la ley que defiende estos derechos, requiere de un apoyo y asesoría legal considerable y que nuevamente pueda acceder con rapidez y en forma masiva a información que la estructuré, complemente y fundamente.
Finalmente, y entre muchas otras, una de las posibilidades más interesantes para oportunidades de negocio es la información que en sí misma tiene cada vez más valor. Sitios como blogs, wikipedias legales, servicios de información de casos particulares y más, pueden convertir la experiencia de abogados, estudios y otros relacionados con el ejercicio del derecho, en una plataforma disciplinaria para compartir y obtener experiencias y asesoría. Esta práctica online, es en varias otras profesiones, utilizada como un nuevo desarrollo de negocio y forma de ampliación de acceso a clientes
Para una profesión como la legal, en que se trabaja con la información, los argumentos y los reglamentos y leyes, organizarla y tenerla disponible es vital. Para eso y para mejorar y ampliar el ejercicio y la cartera de clientes, hay que repensar la relación con las innovaciones tecnológicas y hacerla una mucho más estructural.
Las formas de como manejar la información no han impactado solamente como trabajar, sino también en que trabajar.
La digitalización ha hecho un impacto en los abogados, en como hacen su trabajo, en que deciden trabajar e incluso en como deciden especializarse
Inglés y LLM, Especialización y Posgrado
Una conexión crucial
Hablamos anteriormente acerca de los beneficios de estudiar un Máster en Leyes, también conocido como LLM. También hablamos de la importancia del inglés para un abogado y cuántas puertas puede abrir en su ambiente laboral. De lo que no hemos hablado, es de la conexión que existe entre estos dos temas, el inglés y el posgrado. Varios estudiantes de países no anglófonos, que deciden tomar el siguiente paso en su educación en un país de habla inglesa, lo hacen específicamente porque ese título demuestra dos cosas muy valoradas en el mercado laboral hoy en día: Prueba que un abogado domina el inglés técnico necesario y les certifica un conocimiento de la cultura anglosajona y del Derecho Común.
Ahora bien, para elegir el mejor LLM para cada profesional, debe estudiar bien cuáles son los programas más prestigiosos en el mundo para sacar lo mejor de la experiencia y la especialidad que quiere abordar.
Para ayudar a esta elección hay instituciones que se han dedicado a ordenar y clasificar la información y la ponen al servicio de sus usuarios. Tal es el caso de Keystone LawStudies, que da información sobre más de 10.000 programas, divididos en los mejores rankeados, los lugares y ciudades más solicitadas para estudiarlos y los temas y campos que abordan.
En un sitio especializado en LLM, por otro lado, aparece el listado en agosto de este año con los LLM preferidos en el mundo y de inmediato salta un dato relevante. De los 50 primeros, 40 están ubicados entre EE. UU., Reino Unido, y Canadá.
Es por esto por lo que en países que no hablan inglés, están conectados la voluntad de hacer un Máster in Law y la necesidad de hablar bien inglés o de aprenderlo, ya sea por que quieren estudiar en el extranjero y aprovechar las ferias de trabajo, o porque algunos de sus LLMs se estudian en inglés tal como el caso de Alemania.
En Latinoamérica, una vez que un abogado define Universidad y tema de especialización, debe averiguar cuáles son los requisitos y todos deben pasar el primer obstáculo, si el programa elegido es de habla inglesa: Las pruebas estandarizadas de inglés, en su versión académica.
Hay muchos tipos de pruebas de inglés, pero las dos más reconocidas en el mundo son el Test of English as a Foreign Language (TOEFL) y el International English Language Testing System (IELTS). Las dos pruebas se enfocan en acreditar para la institución receptora, que quien la realiza y alcanza el puntaje requerido, puede estudiar y trabajar en inglés. En el caso de la segunda, IELTS, tiene pruebas con versiones académica y general, en el caso del TOEFL es la misma prueba para los dos ámbitos: profesional y académico.
Para estudiar entonces, hay que poder obtener un buen puntaje en la prueba seleccionada: para los abogados en la mayoría de los casos, se exige 100 sobre un máximo de 120 en el TOEFL y 7 sobre 9 en el IELTS. Cada una de ellas es requisito en Universidades de continentes diferentes, y, como regla general, las universidades mantienen la preferencia por la prueba desarrollada en los países que les corresponde:
- El TOEFL se enfoca en el idioma académico, para asegurarse que la persona que lo tome sea capaz de entender el lenguaje técnico, ya sea en su estudio o en su carrera. Fue creada por y es la prueba mayormente aceptada en Estados Unidos.
- El IELTS se enfoca en el lenguaje académico y/o general (dependiendo de la versión elegida), para garantizar que las personas que lo tomen puedan estudiar y aclimatarse en los lugares a los que van a viajar, sin importar el país específico. Es la prueba mayormente aceptada en Europa y el Commonwealth.
Las dos pruebas de inglés más conocidas en Latinoamérica son el TOEFL y el IELTS
La decisión de las firmas
Dada la dificultad de las pruebas el proceso de prepararse no puede hacerse solo. Muchos de los abogados que respondieron nuestra reciente encuesta prefirieron un profesor particular y, tanto los que tenían una buena base idiomática como los que no, tuvieron éxito en obtener los puntajes que necesitaban. Por otro lado, hay quienes prefieren los cursos en academias e incluso estudiar inglés, en países anglófonos por un período determinado, que normalmente va de tres a seis meses. Esta tercera alternativa es sin lugar a duda la que genera mayor grado de éxito de aprendizaje, pero también la más costosa y difícil de realizar por tiempo y compromisos involucrados. De hecho, puede ir entre los 650 y los 800 dólares semanales, alojamiento incluido y en versión full time.
Además del valor y el tiempo que se debe dedicar al aprendizaje del inglés, hay que agregar el valor de las pruebas. Tomar un TOEFL cuesta hasta 240 dólares, mientras que IELTS puede alcanzar los 300 dólares, dependiendo de la modalidad en que se realice. La más cara en ambas pruebas, es la “paper based” donde la prueba se realiza a mano, mientras un poco más barata es la modalidad “computer based” que se realiza también presencial pero frente a un computador. Las modalidades online, son cada vez menos usadas, por exigencias de las Universidades con la excepción de una de las pruebas más recientes, la de Duolingo que, aunque no tiene la misma reputación que los dos anteriores, es menos costosa y es aceptada por varias instituciones.
Esto puede parecer mucho tiempo, esfuerzo y recursos en la preparación para un posgrado y desanimar a quienes estén pensando en hacerlo, pero, muy por el contrario, el inglés y su preparación son en sí mismos un escalón importante en una carrera profesional y que reditúa aún antes y en forma independiente del LLM.
El inglés debería entenderse como una primera forma de especialización, general, cada vez más necesaria y que bien asumida, abre muchas puertas y posibilidades profesionales y de desarrollo personal, acceso mayor a información y sin duda al mundo de posibilidades de una especialización más específica y profunda como un postgrado.
La preparación de esta especialización idiomática requiere tiempo, esfuerzo y determinación, pero al entenderse no sólo como un paso sino como una puerta de acceso, vale la pena abrir todas las posibilidades que conlleva. Hay que preguntarse: ¿Cuál es mi nivel de inglés base? ¿Necesito ayuda para mejorar mi inglés? ¿Cómo planifico mi inversión financiera en esta etapa? ¿Cuánto tiempo y recursos puedo y estoy dispuesto a invertir en este proceso?
Un LLM en inglés entonces, para los países hispanoparlantes como los nuestros, implica una doble especialización y debe ser asumida como tal. Pero ambas traen beneficios y hacen destacarse a los profesionales que entienden la importancia y están dispuestos a navegar este primer paso en su viaje para poder acceder al segundo.
La preparación de esta especialización idiomática requiere tiempo, esfuerzo y determinación pero vale la pena abrir todas las posibilidades que conlleva.
Pasar el test de inglés es solo el primer paso para conseguir un LLM, pero el resto del viaje tendra que ser discutido en otra ocasión....
La pregunta de los 4 días
Las circunstancias de una antigua idea
En 1926 Henry Ford, fundador de la compañía de Motores Ford, propuso la teoría de que sí las personas tenían dos días para descansar, su eficacia laboral mejoraría. Cuando se puso a prueba el concepto que ahora llamamos “fin de semana” fue un éxito, lo que hizo de esta jornada laboral de 5 días hábiles, una realidad extendida alrededor del mundo. A raíz de este éxito ya en 1950 se debatió la idea de expandir este periodo de descanso y transformar la semana laboral en una de 4 días en vez de 5.
Por supuesto esta idea no funcionó, pero si bien no se implementó tampoco fue completamente abandonada. Un estudio realizado por la empresa Gallup en el 2020 demuestra que de los 10.000 empleados que entrevistaron, un 5% trabaja en un horario laboral que se reparte en 4 días y tienen los otros 3 días libres. Aunque la cantidad de profesionales y empleados que trabajan en este sistema horario todavía es minúscula porcentualmente, el hecho de que se implemente y mantenga este sistema en algunos trabajos, después de todas estas décadas, prueba que el concepto tiene mérito en ciertos ambientes laborales.
Después de la pandemia y todos los cambios que se han implementado en el mundo laboral, esta posibilidad se ha vuelto a discutir, como una de las medidas para aliviar una serie de problemas que se han generado en especial con el teletrabajo que dicen relación con el mundo personal y el laboral y de los límites entre uno y otro. Sin embargo, este sistema, si bien puede hacer cumplir a un profesional el mismo número de horas en cuatro días que en cinco, presenta una serie de complejidades al momento de implementarlo, por lo que para nosotros la pregunta crítica es:
¿Este sistema puede implementarse en las oficinas de abogados?
Para responder esta pregunta primero debemos entender mejor, por qué este sistema de los 4 días de semana laboral está siendo reevaluado. Hay tres causas principales por las que volvió a la discusión:
- El primer motivo que impulsó a esta idea fue la pandemia. Ante el encierro, los problemas de convivencia relacionados, la falta de actividades recreativas y los cambios radicales que tuvieron que realizar las empresas a sus modelos de trabajo, facultades e incluso responsabilidades surgió una necesidad consciente de profesionales y trabajadores de mejorar su calidad de vida y tener mayor tiempo personal. Este cambio en las prioridades hizo aumentar la disconformidad con los ambientes laborales y llevó a empleadores y empresas a discutir si la reducción de los días hábiles era posible e incluso buena y si podría ayudar a la aclimatación a este nuevo sistema.
- La segunda causa, también derivada de la pandemia fue “La Gran Renuncia”. Este nombre fue el término que le dio el profesor Anthony Klotz de la Escuela de Administración en la Universidad de Londres a la renuncia masiva, en distintas partes del mundo y en diferentes tipos de trabajos, ocurrida el año 2021, por parte de trabajadores y profesionales. Los problemas esgrimidos para estas renuncias eran diversos, como: falta de satisfacción con sus empleos, preocupación por su salud debido al COVID-19, deseo de mejores políticas de trabajo a distancia entre otros. Este fenómeno, anticipado por el profesor Klotz, llevó a las empresas a tener crisis debido al aumento de renuncias alrededor del mundo y dado este fenómeno la idea de otorgar mayor tiempo de descanso surgió como medida de prevención y remediación de las capacidades de retención laboral tan puestas a prueba.
- La tercera razón se originó enteramente en el teletrabajo. La falta de regulación, espacios habilitados y desconocimiento de formas de esta modalidad, llevaron a muchas dificultades por parte de los trabajadores y profesionales, para separar su vida laboral de su vida personal. De aquí surgieron innumerables problemas de salud mental y físico, problemas que contribuyeron en gran medida al fenómeno de La Gran Renuncia y que siguen siendo un obstáculo para muchos empleados y oficinas. Debido a esta falta de límite, varias empresas sugirieron que aumentar los días de descanso podría ayudar a estabilizar la situación y prevenir otros problemas que afectarían la eficiencia al momento de trabajar.
El concepto de la semana laboral de 4 días fue concebido en 1950 y, aunque no se estandarizó, sobrevivió hasta el presente
La decisión de las firmas
Estas causas, todas derivadas de la pandemia y su impacto en el mundo laboral, abrieron el debate de sí se debía implementar la semana de los 4 días hábiles, en forma global. Pero esa primera discusión transversal tiene evidentemente una serie de complejidades asociadas a cada caso y profesión, al momento de implementarse.
¿Es posible que este tipo de horario laboral ayude a equilibrar nuevamente la relación entre la calidad de vida y la eficacia en el trabajo, en el caso del mundo laboral del derecho? La respuesta a esta pregunta es complicada porque como todo método, tiene aspectos positivos, negativos, partidarios y detractores:
- Aquellos que argumentan por sus méritos, señalan que reducir los días laborales puede mejorar aspectos como la calidad de vida y consecuente fidelidad de los profesionales con sus lugares de trabajo. Esto llevaría, de acuerdo con su opinión, a incrementar aspectos como la productividad, la rentabilidad, y el bienestar de los profesionales. También mayor tiempo personal puede ser invertido por los abogados en especialización e investigación que ayuden a desarrollar a la persona en su trabajo y como consecuencia a la empresa u oficina en la que trabajan. Además, señalan que el mayor equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y a otras actividades, evita una serie de problemas relacionados al estrés y calidad de vida tales como el ausentismo laboral o problemas de salud mental y físico, entre otros. Finalmente ayuda con la flexibilización del ejercicio de la profesión.
- Las personas que argumentan en contra señalan que el teletrabajo ya pone una distancia grande entre los profesionales y su ámbito laboral y más tiempo libre incrementa esta desconexión aumentando las posibilidades de movilidad laboral y los posibles problemas que produce la interrupción de casos y trabajos. Señalan que solo aceptar y organizar este sistema de trabajo requiere inversión financiera, administrativa y tecnológica que apoye a la empresa durante los días libres y en la coordinación, una inversión que muchas oficinas no pueden o simplemente no están dispuestas a arriesgar por un proceso experimental. Además, en particular para los abogados que trabajan en oficina, y que están involucrados en juicios (con plazos fatales) o en cierres de M&A’s, los períodos continuos de trabajo y que pueden incluir hasta los fines de semana, para poder dar solución en tiempo a un problema, son vitales. En ese caso perder un día de la semana es imposible. Por otro lado el ejercicio en tribunales por ejemplo, contempla jornadas, horarios y días definidos por el Poder Judicial y que son de una semana de 5 días trabajados complicando la coordinación de un día libre en ese período.
Es un tema evidentemente controversial, que tiene muchas incógnitas y falta de certezas. Un quiebre con la cultura actual, que supone que tanto tiempo libre no es crecimiento y calidad sino una expresión falta de compromiso e interés con el trabajo.
Los argumentos a favor y en contra todavía son generales y cuando se trata de implementación en el caso de los abogados que trabajan en una firma, son contrarios a la medida. Por supuesto que no todos los abogados trabajan en despachos y aquellos que lo hacen en otros ámbitos como las empresas, en sector público u otro, van a tener diferentes ventajas y problemas asociados.
Eso sólo confirma que es un proceso complicado, tan complejo como fue implementar la idea de Henry Ford en 1926, de un fin de semana. No es sólo tema de terminar con el trabajo el día viernes, aunque todos concuerdan que sería el día más elegido de la semana para no trabajar. El repartir las horas en cuatro días de la semana y coordinar trabajos de equipos que funcionen bien en menos tiempo, necesita un buen plan, mucho trabajo administrativo asociado al inicio y la adaptabilidad de los profesionales para solucionar los problemas que traerá a casos individuales. En países como Inglaterra, Nueva Zelanda y Chile el tema de la reducción semanal de horas laborales tiene altas posibilidades de ser implementado lo que deja a las oficinas con una decisión que tomar en cuanto a la repartición de esas horas y su flexibilidad. Los primeros estudios que den el salto a implementar la jornada de 4 días, flexibilizando el horario, sin duda serán las que se arriesguen más, pero también pueden cosechar los beneficios de un mejor reclutamiento de talento.
Debido a los cambios causados por la pandemia, las firmas se ven enfrentadas con una decisión
El sistema de los 4 días semanales laborales ha sobrevivido por décadas con la esperanza de ser la nueva norma. ¿Serán los cambios de esta década lo que cumpla ese sueño? Soló el tiempo lo dirá
Moda e Imagen: Representando al Abogado
El valor de la apariencia
“Una imagen vale más que mil palabras” … esta frase, que indica que ver algo, deja una impresión mucho mayor que oírlo. Cuando un paciente ve a una persona en bata blanca, confía su salud, diagnóstico y tratamiento a ella, entendiendo de inmediato que se trata de un doctor que sabe cómo ayudarlo. Un diseñador o arquitecto se espera estén vestidos con ropa vanguardista y a la moda, representa conocimientos de nuevas tecnologías y tendencias. En cuanto a los abogados es especialmente importante dar sensación de seguridad y privacidad, debido a que lidian con información confidencial, problemas y objetivos de personas, empresas y entidades en múltiples planos y aspectos. Es así como el traje formal para los profesionales legales se transformó en sello y en imagen de trabajo serio y productivo dando la impresión de que el profesional que lo usa es la persona ideal para la defensa o trabajo requerido.
Los abogados han comenzado un debate acerca de sí el actual código de vestimenta sigue siendo tan necesario como antes y sí los beneficios que conlleva son justificados o incluso existen en el escenario actual.
Este cambio que se ha ido gestando a lo largo de este último período se acentuó fuertemente después de la pandemia. Para verificar esta tendencia, Work On Law, realizó una encuesta referida al tema y de los abogados que la respondieron el 70,5% afirmó que su oficina no tenía un código de vestimenta formal, mientras que sólo el restante 29,5% señaló que su oficina mantiene un reglamento específico al respecto.
Sin embargo, la mayoría de ellos tiene claro la obligatoriedad de un código formal de indumentaria en las Cortes de Justicia. Eso no ha cambiado y sigue siendo una parte importante de la imagen de los profesionales del derecho hacia sus clientes en estas instancias y formalidad requerida para litigar como parte importante de su desarrollo profesional.
La discusión principal se genera, no sobre si el código de vestimenta no debe ser administrado, sino sobre cuándo y dónde debe aplicarse.
Aquellos profesionales que siguen apoyando el uso de un tipo de indumentaria formal de modo permanente, dan como argumentos principales para fundamentar su decisión:
• La relación directa con la importancia que los clientes le dan a la imagen que tienen de los abogados. Sostienen que la formalidad en su imagen les ayuda a acercarse a ellos y a generar una relación de confianza y por lo tanto a conseguir mayor cantidad de casos y clientes que representar.
• La reputación de la imagen profesional como grupo, lo que se aborda desde dos puntos de vista: primero como imagen de unidad de un estudio en que todos sus profesionales, no importando la especialidad que ejercen, abordan el trabajo de forma profesional y responsable y lo representan a través de ese tipo de vestimenta e imagen. En segundo lugar, se aborda el tema como grupo disciplinar, indicando que la percepción generalizada y transversal, tiene que ver con un tipo de vestimenta específica, igual en todas partes del mundo y definitivamente formal.
Por el otro lado aquellos que no están a favor de mantener un código de vestimenta tienen sus propios argumentos acerca de porqué un estándar estricto en este tópico no ayuda a los profesionales:
• Refieren que el teletrabajo ha reducido el contacto directo con el cliente y esta nueva modalidad ha bajado el impacto específico de la ropa en la imagen, volviendo obsoleto el código relacionado a este punto. También argumentan que poner el foco en la apariencia del abogado, produce un efecto secundario: se prioriza una manera de vestir a la real capacidad del profesional para asumir la tarea.
• En segundo lugar, afirman que la confianza hacia los profesionales dada por los empleadores fomenta un mejor trabajo y desarrollo profesional. Esto incluye la forma de vestirse y de mostrarse como cada uno es y se percibe, sin que esto se transforme en reflejo o juicio de la eficiencia y calidad del trabajo que realiza.
La reducción en el uso de vestimenta obligatorio resultó en un debate acerca de su importancia
Hay muchas opiniones acerca del código ¿Quieres añadir tus experiencias? Cuéntanos como crees que va a evolucionar la moda laboral
Una decisión con varías alternativas
A pesar de estas diferencias y la marcada existencia de estos dos grupos, un 75,8% del total de encuestados cree que debe haber cambios en la forma de aplicación de este código. Hacen notar que la forma actual se ha vuelto rígida hasta el punto de ser poco práctica, por lo que se debe flexibilizarse para permitir una mayor libertad a los profesionales. Muchos de ellos, remarcaron que elementos como la corbata, ya no era necesaria para el día a día. Y definitivamente la opinión general se mantiene firme en cuanto a que la vestimenta dentro de los tribunales debe permanecer formal como siempre.
Incluso dentro del segundo grupo, sólo el 16,8% opina que se debería remover el reglamento de tipo de vestimenta en su totalidad. Sus opiniones apuntan a que actualmente se ha desarrollado una nueva clase de actitud de parte de empresas y clientes, una que valora más la aptitud y los resultados de un profesional que su apariencia. También hacen notar que muchas oficinas en el mundo están abandonando la norma y aquellos que no lo hacen están recibiendo críticas por la falta de capacidad para adaptarse, señalando que el abandono del código de vestimenta es un signo de los tiempos, casi inevitable.
Aun así, esta última no es una opinión popular. Cuando se le preguntó a los encuestados por la importancia del código de vestimenta en el ámbito profesional, con escala del 1 al 5 y donde el 1 representaba que no tenía ninguna importancia, el 3 dependiendo de la ocasión y el uso y el 5 representando una postura vital, el 41,3% votó por el 3, mientras que sólo un 8,9% eligió la opción 1.
Es evidente que no hay respuesta correcta o equivocada sobre el tema, sino que puntos de vista que dan cuenta de un período de cambio, en muchos aspectos dentro de los que también se encuentra la ropa que usa un profesional. Entonces debemos preguntarnos ¿Aplica para este tema el que una imagen vale más que mil palabras? O ¿Representa un caso en que la acción es más importante que la apariencia? Esto es algo que deben decidir las oficinas tarde o temprano. Es un aspecto más, que la fuerza de la pandemia impuso al ambiente legal, en la que como en muchos otros aspectos y profesiones, la uniformidad dejó de ser algo impuesto y las diferencias toman fuerza. Todo depende de la dirección a la que se quiera ir y cómo se quiera mostrar al mundo.
A pesar del debate acerca de su necesidad la mayoría de las oficinas concuerdan con que tiene varios beneficios
La decisión entre apoyar a la unidad del equipo o poner mayor confianza en los abogados no es una decisión fácil pero es una que los todas las empresas deberán realizar tarde o temprano.
El Viaje hacia un LLM: Una experiencia definida por el abogado
Una herramienta en un mundo competitivo
El mundo laboral actual, altamente competitivo, globalizado y con una creciente complejidad y especialización en diferentes temas, siempre busca a aquellos que están mejor preparados, tanto en experiencia como en conocimientos. Son los profesionales que se especialicen en ámbitos y particularidades de sus carreras los que puedan traer habilidades, conocimientos y práctica profesional que, de mejor manera, aporten al éxito de una oficina, empresa, fundación o cualquier otro ámbito laboral en que se desempeñe. Es por esto que, para quienes buscan o ejercen un trabajo, una preparación académica posterior a los estudios de pregrado, es una de las claves para poder distinguirse de su competencia, acceder a los mejores trabajos y atraer al mayor número de clientes y nuevos negocios.
Para el mercado laboral del derecho en todo el mundo, es el LL.M. – Legum Magister – o Masters Of Laws, el postgrado que demuestra capacidades y especialidades específicas aprendidas. Este postgrado es para el abogado, lo que el MBA es para los economistas. Una especialización que refiere en forma directa al ejercicio Legal. Hay ejemplos de Masters of Arts, que también pueden ser relacionados con el mundo del derecho, pero un LL.M. es siempre y claramente un postgrado para un abogado y el ejercicio de su profesión. Son estos magísteres, los que abordan las diferentes especialidades para el ejercicio legal o una especialidad general en Derecho y se dictan en casi todas las Universidades del mundo. Por esto, muchos abogados consideran la opción de estudiar un Máster en Leyes, o LL.M.
Pero tomar la decisión de cuál de ellos estudiar, no es simple. En primera instancia hay que definir cuál es el tema en el que cada profesional quiere obtener mayores conocimientos o si prefiere profundizar sus conocimientos en general. Además, es importante entender si se quiere ejercer en el mundo privado o en el público y cuáles de ellos dan mayores posibilidades en cada ámbito.
Después de esto, es muy importante revisar los focos que las diferentes Universidades nacionales o internacionales dan a esas especializaciones y el prestigio que la Institución tiene en el mundo del Derecho. A continuación, ver idiomas y requerimientos que se necesitan en cada caso y formas de financiamiento. Este último punto es probablemente uno de los más conflictivos en el momento de definir el estudio de postgrados. Sobre todo, en este momento en que las becas públicas y privadas son escasas y muy difíciles de conseguir. Hay empleadores que apoyan la especialización de sus empleados. Por diversas razones, tanto por temas de interés como por necesidades específicas y de diferentes maneras con tiempo o incluso con apoyo económico. Otro tema importante para tener en cuenta en el momento de la elección.
Muchos abogados que han realizado el LL.M., lo describen como un viaje, una experiencia llena de situaciones que hace crecer a una persona en muchos ámbitos más allá del profesional. Todos ellos entienden que, estudiar un Máster, no es un fin en sí mismo ni una garantía directa de conseguir un mejor trabajo, pero sin duda es una herramienta que da cuenta de un profesional intelectualmente motivado y con mayor preparación para enfrentar el trabajo que quiere. Esto sumado a un objetivo profesional claro, es evidentemente una ventaja competitiva.
Jaime Werner: Estudiar un LL.M te da la libertad para evaluar tu carrera. Te da una pausa para respirar y ver cómo quieres desarrollarte
Una experiencia definida por uno mismo
Tal es el caso de Alicia Undurraga, Head of Legal Chile de Anglo American, quien estudio un LL.M. de Derecho Internacional, Comercio Inversiones y Arbitraje con doble titulación en la Universidad de Chile y en la Universidad Ruprecht Karls de Heidelberg. Lo hizo con la intención de especializarse en inversiones. Su interés específico en ese ámbito era por la minería y las inversiones de recursos naturales en el mercado internacional. Por esto, decidió estudiar un programa con estudios en Chile y en el extranjero, ya que era el programa más específico en este tema y que daba mayor experiencia en inversión global en minería. Tema que en un país como Chile tiene gran repercusión tanto en el mundo público como en el privado.
De hecho, en el momento en que la profesional estudió este LL.M, trabajaba para el Ministerio de Minería, y en los períodos en que estuvo en Chile, continuó trabajando como parte de su forma de financiamiento.
A pesar de que trabajar y estudiar a la vez, es una experiencia demandante y cansadora, la abogada de la Universidad Católica, indicó que fue una experiencia vital para ella, ya que logró no sólo profundizar sus conocimientos en el tema que le interesaba, sino que también obtener una mejor y mayor perspectiva acerca de las habilidades y conocimientos necesarios para avanzar profesionalmente en esta área. Además, y muy importante, esta experiencia le dio la posibilidad de ampliar su red de contactos internacionales, con compañeros y profesores con las que se mantiene en contacto hasta el día de hoy en forma periódica.
La importancia de esta red de contactos y su impacto en el ejercicio profesional también la destaca el abogado Jaime Werner, Asociado Senior de Barros Silva Varela & Vigil. Su motivación era diferente, no quería especializarse en un ámbito específico, sino que prefería obtener conocimiento más profundo en diversos aspectos del ejercicio del Derecho.
Para esto eligió la prestigiada Universidad de Duke en Carolina del Norte, donde estudió su LL.M. Como parte de los requisitos de ingreso, muy altos en este programa, el abogado tuvo que preparar y dar, entre otras cosas, el TOEFL. La experiencia le mostró una forma muy diferente de aprender Derecho, donde se privilegia el método socrático, y se espera que los estudiantes vengan con la materia preparada, en base a bibliografía entregada. Esto es para que en clases se privilegie la discusión sobre la materia y puedan analizar y dar solución a casos y problemáticas presentadas. El programa tiene un enfoque práctico, con alumnos de muy diversos orígenes y distintos puntos de vista, lo que sin duda es una gran preparación el ejercicio profesional.
A pesar de todas las dificultades, que significa el traslado a vivir en otro país, el abogado califica esta experiencia como fundamental para su formación ya que, a su parecer, le mostró de forma mucho más amplia y profunda diferentes posibilidades de desarrollo que puede tener su carrera profesional. La malla flexible del programa de Duke le permitió personalizar sus estudios de acuerdo con sus intereses personales y enriquecer aquellos aspectos que quería profundizar en el futuro, tomando cursos prácticos como Negociación y otros cursos con estilo de seminario como In House Law Practice, que contaba con fiscales de algunas de las empresas más grandes del mundo (Coca-Cola, The Home Depot, etc.) como expositores.
Las experiencias que vivieron ambos abogados son distintas. Cada uno tuvo sus desafíos y objetivos. Sin embargo, en ambos casos las experiencias se describen como profundamente enriquecedoras más allá del título. Con herramientas como inglés técnico y aprendizaje bajo el método socrático, nuevas perspectivas o redes de contactos y especializaciones necesarias para el desarrollo del país y/o de nuevos negocios, en todo caso el crecimiento profesional y personal es un denominador común.
Todo esto lleva a la conclusión que comparten los abogados, que han realizado este postgrado. Tomar un curso de LL.M, sin importar la especialización, es un viaje que se debe considerar y una experiencia que puede marcar el resto de la vida de un profesional. El mundo laboral actual está definido por la competencia y si un abogado quiere sacar el mayor provecho de una herramienta que podría ayudar al resto de su vida profesional, debe planear no sólo el siguiente paso, sino el objetivo hacia donde este paso lo llevara.
Alicia Undurraga: Una de las partes más valiosas de la experiencia es la red de contactos. Yo me mantengo en contacto diariamente con mis profesores y compañeros.
Estudiar un LL.M es una experiencia que trae muchas recompensas, incluso si tiene sus propios costos. Pero eso es un tema para otro día......