La élite del derecho: Conociendo a los mejores

Lo que define a los mejores


Elite es una palabra que se usa en variados contextos y situaciones, tanto para objetivos personales, de un profesional destacado en algún ámbito, por ejemplo, como colectivos en oficinas, estudios o empresas que buscan reputación de excelencia, redes de contactos sólidas y socios o empleados que destaquen. 

Todos quienes califican dentro de estos selectos grupos, lo hacen por destacar como los mejores en algún aspecto. Es evidente que la definición de quiénes son los más destacados varía entre países y depende de los requerimientos específicos en cada situación, ambiente o contexto. Pero para todos ellos, poder ser parte de un grupo de élite significa sin duda cumplir altos estándares, que dependen de formas y focos importantes para cada ámbito y lograr estar en lo más alto de los rankings nacionales e internacionales.

Sólo con referir al ámbito profesional específico de los abogados, que es el que nos compete, el concepto de élite toma diferentes nombres y características dependiendo del país o ciudad en que se analice. Sin embargo, pueden verse aspectos comunes en todos estos diferentes nombres, aspectos que apuntan a excelencia profesional y exigencia de estándares altos, políticas estrictas de selección, conocimiento y foco. Todos estos aspectos se repiten y garantizan en estos ambientes de élite. Acceder a ellos es un objetivo, logro y trabajo de actualización permanente y de alta dificultad.

Para empezar podemos ver el caso de las firmas White Shoe. Este término es usado en Estados Unidos para referirse a las mejores firmas de abogados, y también a los mejores institutos financieros de Wall Street. Las firmas legales White Shoe se dedican a variadas especialidades: práctica general, corporativa, investigación, gestión de bienes, entre otros. Lo que une a todas estas firmas es la búsqueda de la excelencia y contactos relevantes en el ejercicio profesional, así como por abogados de trayectoria destacada, con una larga historia y experiencia en el mercado, y una alta posición social y financiera dentro de Estados Unidos. Ellos son bien conocidos por el uso del Sistema Cravath, un sistema de reclutamiento para abogados que sólo permite el ingreso a esta clase de firma, de los más destacados alumnos provenientes de la Ivy League y las ocho principales Universidades privadas de EEUU, que la componen. 

En Inglaterra existía un grupo muy reputado de oficinas legales llamado The Club of Nine, un grupo de nueve oficinas legales que decidieron hacer una alianza y no competir por profesionales. Sin embargo, esta alianza terminó disolviéndose después de que sus ventas empezaran a decaer, debido a las deficiencias de las relaciones comerciales y falta de competencia entre ellas. Luego de desaparecer este grupo, y de manera informal, (llamadas así por periodistas) se generó el Magic Circle. Firmas legales que se especializan en ley corporativa, tienen oficinas alrededor del mundo, pero su sede siempre se ubica en Londres. No existen alianzas oficiales entre ellas. Como oficina, entrar en el Magic Circle es cuestión de reputación, reconocimiento y ganancia, por lo que si una firma empieza a decaer en cualquiera de estos ámbitos dejará de ser considerada parte del grupo.

Cruzando el Atlántico, existen también las Seven Sisters, un grupo de siete firmas legales que históricamente han dominado el mercado en Canadá y cuyas sedes están ubicadas en Toronto. El término fue creado por John Alexander Black, el fundador de la revista Lexpert (revista canadiense de noticias legales), para las oficinas más reconocidas a nivel del país. Contrario a los otros dos grupos, estas firmas canadienses tuvieron una historia más turbulenta. Durante la década de los 2000 y los 2010 las firmas que formaban las Seven Sisters sufrieron problemas económicos o se fusionaron entre ellas lo que causó que varios medios empezaran a preguntarse si el término seguía siendo relevante. Su fortuna cambió en la década del 2020 donde pasaron a dominar, los mayores rankings de las empresas legales de ese país.

White Shoe Este término es usado en Estados Unidos para referirse a las mejores firmas de abogados, y también a los mejores institutos financieros de Wall Street.

Las consecuencias de ser élite

Esta tradición de dar diferentes nombres, a los grupos más destacados de desarrollo profesional legal, se repite en varios continentes. Destaca en Australia el grupo los Big Six como la unión de las mejores firmas antes de la disolución del grupo en 2012, el Red Circle en China y los Big Five en Japón, y también aparecen como respuesta o competencia para los grupos más conocidos, como el Silver Circle en Inglaterra que denomina a las firmas nacionales destacadas que rivalizan con las del Magic Circle, pero sólo a nivel nacional.

Es importante entender que todos estos nombres son dados por la prensa y rankings internacionales y no responden a alianzas establecidas por las oficinas de abogados. Es por esto que ser considerado como parte de “los mejores” está basado en una destacada reputación y éxito profesional reconocido por medios locales o internacionales. Los diversos rankings internacionales que avalan estos éxitos y buenas prácticas, son por ejemplo: The Legal 500 (encuesta de opinión a clientes de oficinas de abogados en Londres para 150 países) Chambers and Partners, (Compañía independiente de ranking legal en UK) Best Lawyers (opinión de pares más destacada a nivel mundial) y Leading Lawyers (en Chile elaborada por Idealis), entre otros, que han profesionalizado a través de consultas directas a los clientes o pares de estas firmas, las escalas y parámetros de evaluación, así como las especialidades para formar parte de ellos.

Una vez dentro de este círculo selecto, mantenerse es una de las mayores tareas a las que se ven enfrentados estos grupos de profesionales. Por esto, para quienes quieran trabajar en este tipo de oficinas, conocer estos grupos y sus focos y exigencias a través de los parámetros de los rankings, es una base obligatoria. Al igual que la correcta vía de especialización y redes de contacto que puedan aportar a cada uno de estos lugares, que se transforman en pilares estructurales de su calificación.

Ser parte de los mejores no solo requiere experiencia, una firma debe tener los resultados y la reputación para ser considerada élite

Para ser parte de la élite tu oficina debe tener resultados y reputación. Pero el mundo de los negocios siempre está avanzando y aquellos que son los primeros ahora no tienen su puesto asegurado

 

 


Inglés, la herramienta que abre puertas en el ejercicio del derecho

Un mundo globalizado


En un mundo tan globalizado como el actual, el ejercicio de las diferentes carreras está cada vez más definido por la capacidad de sus profesionales de establecer conexiones y relaciones entre diferentes países, culturas y personas. Esta comunicación global se hace cada día más cotidiana y necesaria. Y el mundo del derecho no es una excepción. Las firmas y grandes empresas que requieren de servicios legales firman alianzas internacionales y/o tienen sedes, negocios e incluso personal en países distintos a su lugar de origen. Ahí es donde entra una herramienta potenciadora, de creciente importancia en el desarrollo para los abogados: el inglés.

Las estadísticas muestran que este idioma es el más utilizado en el mundo de los negocios y en la mayor parte de los medios escritos, audiovisuales, bibliografía y publicaciones sobre temas y casos legales.

De acuerdo a Statista.com (sitio internacional especializado en estadísticas en 50 países) durante el año 2021, si bien el idioma inglés no era el que más parlantes nativos tenía, era sin dudas el más hablado en el planeta como segundo idioma con cerca de mil trescientos cincuenta millones de angloparlantes alrededor del mundo.

Varios estudios señalan que un creciente número de empleos piden inglés, mínimo un nivel intermedio de dominio del idioma. Este porcentaje llega en el 2021 a un 64%. De ese 64%, un 35% demanda inglés avanzado. Para comprobar el desarrollo de esa capacidad lingüística, hay en el mercado una serie de tests, con diferentes enfoques, desde académicos a profesionales, pagados o gratuitos, con o sin certificación. Entre ellos destacan el IELTS, TOEFL, TOEIC y Duolingo, entre otros.

Sin embargo, los abogados muchas veces no incluyen el aprendizaje del inglés y su certificación dentro de sus currículos como norma. A pesar de que este idioma es una herramienta que puede ofrecer variadas potencialidades, la tendencia es a estudiar este idioma y a hacer estas pruebas sólo como respuesta a un requerimiento específico y no a un desarrollo personal que enriquece y potencia el desarrollo profesional por las razones antes descritas. 

Esto probablemente se deba a que la situación del dominio del inglés, revela en este punto un problema que aqueja a muchos países de nuestra región. Aunque los sistemas educacionales invariablemente tienen algunos cursos de inglés, se realizan como complemento aislado y en forma muy básica, por lo que el dominio del idioma que la población tiene es pobre en un porcentaje significativo.

Si miramos los seis niveles de inglés que están acordados en la comunidad internacional, desde el A1 (el nivel más básico) hasta el C2 (el nivel más avanzado)podemos comprobar que, de acuerdo al estudio de la empresa chilena Políglota, el 72% de nuestra población no es capaz de hablar inglés más allá del A1. 

Education First (Mayor empresa de educación mundial de idiomas en el globo), realizó un estudio durante el año pasado que muestra una realidad aún más extrema en países como México donde los resultados mostraron que menos del 10% de la población puede hablar inglés a nivel A1, porcentaje que va incluso en descenso a lo largo de los últimos años. Statista.com estuvo de acuerdo con estas indicaciones como revela una investigación hecha el 2021 en la que se realizó una prueba para medir el nivel de inglés en varios países del continente americano. Esta prueba tiene un total de 800 puntos y obtener más de 550 puntos significa que el país posee un dominio avanzado del idioma, México terminó último en el promedio ponderado con un puntaje de 436. Además, demuestra una gran desigualdad entre las ciudades en la educación en este idioma, con más de 100 puntos de diferencia entre diferentes ciudades.

Education First también expone el caso de Colombia que, según los estudios del ranking sólo alcanza el puesto 17 de 19 países latinoamericanos donde testearon el nivel de inglés, el año 2020 y el puesto 77 de 100 a nivel mundial. El estudio hecho por Statista.com para evaluar el inglés de las distintas naciones en América demuestra que Colombia estuvo en el antepenúltimo lugar, superando sólo a Ecuador y México con un promedio de 465. 

Actualmente el 72% de la población chilena solo es capaz de hablar inglés a nivel A1

La educación: Parte del problema y clave para la solución

A pesar de estas conocidas estadísticas, los sistemas universitarios de estos países no han sido capaces tampoco de nivelar esta carencia y/o mostrar la importancia comunicativa y de manejo de información de esta herramienta. Las estadísticas muestran que los profesionales instruidos en el sistema de educación superior tienen un nivel bajo en el dominio del idioma. 

De hecho, los niveles declarados por los abogados registrados en Work On Law de variadas Universidades del sistema, son reflejo de esta realidad. Declaran que dominan inglés en nivel avanzado sólo un 27% de los postulantes, y los porcentajes promedio más bajos corresponden a aquellos que lo dominan a nivel básico que llega a un 7%, los cuales admitieron no poder ser capaces de mantener una conversación, y menos de un 2% de estos profesionales se declararon bilingües. Esto demuestra que, si bien las escuelas de Derecho dan acceso a algunos cursos de inglés, no hay un foco desarrollado en educación, en este ámbito.

Probablemente, es una combinación de todos estos factores la que lleva a que los abogados en su mayoría no inviertan tiempo en adquirir esta herramienta para potenciar su desarrollo profesional y expandir sus posibilidades laborales. La falta de uso práctico al tratar con legislación nacional y la falta de este foco en las instituciones educativas probablemente agravan la percepción de que el inglés es sólo un nicho especializado y no una habilidad de crecimiento. 

Para empezar, desde el punto de vista técnico el principal negocio para un abogado bilingüe está en el ámbito del derecho internacional. En el desarrollo de esta especialidad, un profesional ya no puede carecer de esta herramienta, dado que tendrá que estar al tanto de varias fuentes de información e interactuar con muchas personas con las que probablemente no va a compartir un idioma. Pero este punto de vista técnico no cubre todas las ofertas que un abogado puede recibir ni tampoco puede abarcar todas las oportunidades que un profesional en el ámbito legal puede obtener.

Una posibilidad obvia de especialización que requiere inglés es cursar un LLM. Los Másters en Leyes sólo se pueden considerar si una persona tiene un nivel avanzado en este idioma. Cualquier abogado que ha tenido la oportunidad de estudiar un LLM puede atestiguar que este postgrado tiene muchas especializaciones y pocas están relacionadas directamente con el ámbito legal internacional. Hay varias razones por las que un abogado querría estudiar un LLM, incluso si no está interesado en especialidades que necesiten otros idiomas, tales como mayores oportunidades de trabajo, la oportunidad de especialización en algún área o el desarrollo académico.

El uso del inglés tampoco está limitado al ámbito educativo. Como se expuso anteriormente la estadística de que el 64% de las empresas chilenas demandan cierto nivel de inglés de parte de los empleados también afecta directamente a los abogados, ya que muchas empresas requieren servicios o consejos legales que sólo un profesional bilingüe les puede dar, ya sea a través de la comunicación con los representantes de otras empresas o a través de la investigación e información de las leyes y/o empresas internacionales.

Nuestro mundo actual está definido por la interconectividad: entre los países, entre las culturas y especialmente entre las personas. Eso define potenciales y oportunidades en forma radical hoy en todos los aspectos y para todas las profesiones. El inglés como herramienta es una puerta que puede expandir los horizontes de todos aquellos que lo practiquen.

Es por esta misma razón que, aunque un profesional del derecho puede no estar motivado a aprender inglés aún, todavía existe la posibilidad de expandir sus habilidades y abrir nuevas puertas en un mundo interconectado y crecientemente demandante de profesionales bilingües.

El estudio de Education First revela que los niveles de inglés de México y Colombia son pobres y van en descenso.

Actualmente el 64% de los trabajos de calidad en Chile, y el 50% en México requieren inglés a pesar de la falta de conocimiento en el idioma.

 

 


Una barrera entre el hogar y el oficio- La ley que busca dar el primer paso

Un cambio en la forma que trabajamos y vivimos


Una persona no trabaja con el objetivo de trabajar, sino que para mejorar su vida. Pero las circunstancias actuales han cambiado la forma en que nos relacionamos con nuestro trabajo, la modalidad en que lo realizamos y como interactuamos con las personas con las que compartimos responsabilidades.

Los límites con nuestra vida personal se hacen cada vez menos claros, por lo mismo, uno de los aspectos que más ha cambiado es el ambiente en que uno se desarrolla. Esto es inevitable, debido a que hoy en día una gran cantidad de personas hacen todo su trabajo desde su hogar. Aunque tiene sus beneficios, este formato requiere un cambio en la mentalidad de los trabajadores, para también resguardar otros aspectos de su vida.

Estos cambios han causado que nuevas discusiones sobre cómo la ley debe afrontar esta nueva situación surjan alrededor del mundo. Y fue en estas circunstancias que surgió una ley llamada El Derecho a Desconectarse.

Para algunos esta legislación no es nada nuevo, la idea de que los trabajadores tenían el derecho a desconectarse de su trabajo después de las horas establecidas, y que una ley para proteger ese derecho debe existir, surgió en Francia. Cuando un conductor de ambulancia decidió que no contestaría el número de su trabajo fuera de horario, no se imaginaba el impacto que tendría su decisión en su carrera y en el resto del mundo.

La empresa decidió despedir al conductor lo que llevo a un caso judicial que terminaría llevando a la Corte Suprema Francesa a mandatar que “ningún empleado está obligado a aceptar trabajo desde su casa o traer sus herramientas o papeleo del trabajo”. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que el conductor no había infringido ninguna obligación y la corte votó a su favor. Esto llevó a lo que se llamó la Ley El Khomri la cual estipuló en el Código Laboral Frances que todos los trabajadores tienen el derecho a ignorar cualquier comunicación de sus empleadores una vez que terminen sus horas de labor.

19 años más tarde a través de todo Europa hay variaciones del Derecho a Desconectarse, pero esta ley surgió como tema de conversación una vez más debido a la pandemia causada por el COVID-19 y por su implementación en Ontario, Canadá para combatir los efectos del agotamiento que nacieron por trabajar en la casa.

Muchos empleados deciden renunciar específicamente porque creen que su ambiente laboral ya no es sano, incluso cuando algunas empresas les ofrecen mayor paga para compensarlos.

El primer paso: El más difícil

La ley dicta que todas las empresas que tengan más de 25 trabajadores deben abrir un diálogo con aquellos empleados para definir en qué horas terminaría su jornada para que no reciban ninguna clase de comunicación por parte de la empresa o relacionada con su trabajo.

En teoría esto significa que los empleados dejan de trabajar una vez que termine su horario, pero muchas personas han notado que la ley tiene problemas que les impide combatir el cambio del trabajo en casa.

No hay nada que realmente detenga a un empleador para que decida que las horas fuera del trabajo, sean en un horario que no se ajuste a las necesidades del trabajador y para muchos que dejen de comunicarse con la empresa no significa nada ya que para ellos trabajar significa conectarse con algún cliente en la noche.

Muchos abogados y jefes de empresas pequeñas también sienten que la ley no los protege, porque deben estar conectados constantemente con los clientes, muchos de los cuales no están dispuestos a hablar a través del día sino en un horario fuera de las horas de trabajo.

Hay varios elementos que la ley no logra cubrir y no es una solución perfecta, pero tampoco debe serlo. La pandemia tuvo varias consecuencias en nuestra sociedad y ninguna ley, sin importar en cuántas situaciones se pueda aplicar, va a poder solucionar todos los problemas laborales que han surgido debido al COVID. Lo que sí se puede hacer es empezar la discusión y los proyectos necesarios para que los empleadores y empleados se adapten a este nuevo sistema.

Porque aquí no hay sólo un problema legal sino también uno de mentalidad, para muchos empleados desconectarse del trabajo es asociado con pereza y es parte de la cultura del trabajador hacer lo que quiere el cliente y conseguir resultados es lo más importante.

Pero el agotamiento que trae trabajar desde la casa es un problema real, sin el tiempo necesario para salirse del ambiente laboral los empleados encuentran que se vuelve cada vez más difícil desconectarse de sus pantallas y muchos deciden renunciar específicamente porque creen que su ambiente laboral ya no es sano, incluso cuando algunas empresas les ofrecen mayor paga para compensarlos. Crear barreras entre el trabajo y los trabajadores se ha vuelto una parte clave para mejorar la productividad en el trabajo en casa.

Uno no vive para trabajar mejor, sino que trabaja para vivir mejor. Los cambios que ha causado la pandemia son más grandes de lo que puede abarcar una sola ley, pero esta ley es el primer paso para crear un ambiente que ayude a los empleados a trabajar en sus casas.

La pandemia tuvo varias consecuencias en nuestra sociedad y ninguna ley, sin importar en cuántas situaciones se pueda aplicar, va a poder solucionar todos los problemas laborales que han surgido debido al COVID.

Canadá se convirtió en el primer país de América en adoptar el Derecho a Desconectarse, abriendo el paso a la discusión de la implementación de esta ley en el resto del continente.

 

 


Inversionistas Ángeles: Work On Law en el listado

tendencia

"Son fundadores de compañías tecnológicas quienes entran como inversionistas"

Existe un concepto muy importante en Silicon Valley que se llama “give back”. La idea es volver a aportar al ecosistema del emprendimiento para que siga creciendo.

Es una tendencia que ya lleva años. Cuando los nuevos emprendedores se conviertan en empresarios consolidados, está será una de sus principales líneas de inversión.


¿Cómo es la personalidad de los abogados latinos?

¿Se parece la personalidad de los abogados en Chile, Colombia y México?

¿Cuáles son los principales rasgos que definen a los abogados?

Cuando uno se imagina a un abogado lo primero que le vienen a la mente son las imágenes de personajes de ficción, ¿pero son en realidad los abogados como aparecen en las series de TV? ¿Todos son tan fríos y calculadores como Harvey Specter en Suits? ¿Y ellas tan conciliadoras y exigentes como Alicia Florrick en The Good Wife? Mejor dejemos el mundo de ficción y bajemos a analizar los datos. Desde su creación Work On Law ya ha administrado más de 10.000 tests psico-labores en Latinoamérica. Cada vez que un abogado/a se registra, la plataforma de Work On Law le envía una invitación a completar una prueba de personalidad y luego le entrega feedback de su test.

En este test no existen respuestas “correctas” o “incorrectas” sino que sirven para definir la personalidad del abogado/a. Si tomamos como ejemplo el rasgo de la extroversión hay puestos que se ajustan más a abogados introvertidos, mientras en otros casos ser el alma de la fiesta contribuye a lograr un calce perfecto, por lo que no hay un perfil ideal de extroversión.

¿Son distintos los abogados de otros profesionales?

Por otro lado, si analizamos qué rasgos definen a un abogado en comparación con otras profesiones descubrimos que de los 12 rasgos de personalidad que analiza nuestro test, solo en uno, la “asertividad“, los abogados se asemejan al resto de los profesionales.

Si comparamos a los abogados con otros profesionales — que han rendido el mismo test de personalidad—, observamos lo siguiente:

La inmensa mayoría de los abogados tiene una alta “orientación al logro”; mientras que los restantes profesionales, en cambio, están bastante repartidos en este rasgo, con una distribución homogénea entre personas impulsivas y aquellas orientadas al logro.

Lo mismo ocurre con la “meticulosidad / compromiso”, donde los abogados tienden a ser más disciplinados que la media de los otros profesionales.

En otro punto en el que destacan los abogados es en la confianza en sí mismo, por cuanto aparecen con una mayor seguridad en su forma de ser y de actuar.

Una mención aparte merece la llamada “tolerancia a la presión”, pues se espera que los abogados tengan un temple de acero. Esto aplica por igual a todos los abogados, puesto que para cualquier cliente su tema siempre es urgente y especial, y como tal debe ser atendido por su abogado. Por tanto, ante esta presión se espera una mente fría y racional.

En un extremo —de la tolerancia a la presión— encontramos a los que se ven fácilmente afectados por el estrés ambiental. En el otro, están las personas que mantienen la calma y presentan una mayor estabilidad emocional.

Pues bien, un 62% de los profesionales del Derecho de Chile, Colombia y México  —que han rendido el test de personalidad— están más cerca del extremo “nervioso” que del “relajado“.

¿Existen diferencias en la personalidad entre los abogados chilenos, colombianos y mexicanos?

Competitividad: los abogados mexicanos son los más competitivos; entre los colombianos y chilenos no se observan grandes diferencias.

Meticulosidad / compromiso (en inglés Conscientiousness): en este rasgo, clave para el buen desempeño laboral, nuevamente los abogados mexicanos muestran los niveles más altos, seguidos de cerca por los colombianos.

Cooperación: este es uno de los rasgos donde se observa una mayor diferencia entre los 3 países, con los mexicanos bastante rezagados respecto a los profesionales colombianos y especialmente en relación a los chilenos –estos últimos serían “los más cooperadores”.


Extroversión: aunque que la mayoría de los abogados de los países analizados son extrovertidos, existe una clara diferencia por país. De menos a más extrovertidos el orden es el siguiente: colombianos, chilenos, mexicanos.

Creatividad: el pensar fuera de la caja y la apertura a la experiencia arrojan indicadores que muestran que son los abogados colombianos los más creativos, seguidos por los chilenos.

Paciencia: Los abogados en general destacan por tener altos niveles de paciencia si los comparamos con la media de los profesionales en general según muestras internacionales a las cuales Work On Law tuvo acceso. En nuestra comparación los abogados chilenos son los más pacientes, y los mexicanos los que menos.

Hay un rasgo que el test no mide: si son “buenos actores”. Y parece que sí lo son, ya que logran disfrazar bien su nerviosismo en situaciones de estrés. Los abogados se han ganado la fama de duros en la negociación. El paso por la Escuela de Derecho, con sus exámenes orales y juicios simulados, es una una buena instancia para entrenarse en el arte de sacar una voz fuerte y firme.

* Un 65% de los abogados son extrovertidos en los 3 países. En Estados Unidos, en cambio, tan solo un 47% de los abogados son extrovertidos. Este último dato acerca de EEUU está tomado del interesante paper del Dr. Larry Richard: The Lawyer Types, The Lawyer Personality, ABA Journal, July 1993. El autor habla de “extraversión”, que es el concepto correcto pero menos conocido. La investigación del Dr. Richard concluyó que la extraversión en abogadas supera a la de los juristas hombres (49% y 41% respectivamente).


Los abogados y la resistencia ante las novedades tecnológicas - Una reflexión del abogado Andrés Girault

Abogados y Tecnología: obligados a entenderse


En 1996, el economista Dr. Richard Susskind de la Universidad de Oxford publicó un artículo con dos predicciones. La primera era que la mayor parte de las comunicaciones entre los abogados y sus clientes se haría a través de correo electrónico y, la segunda, que la mayor parte de las consultas legales se harían a través de Internet. En consecuencia, el Colegio de Abogados de Inglaterra y Gales respondió que el autor, el Dr. Susskind, debería estar vetado de hablar en público porque no entendía el vínculo que la comunicación con lápiz y papel proporcionaba entre el abogado y los clientes, y también argumentó que el autor no entendía la experiencia de aprendizaje que la consulta de una biblioteca jurídica proporcionaba a los jóvenes abogados. Un par de décadas después, los hechos han dado la razón al Dr. Susskind.

Para mí, este es un claro ejemplo de la resistencia que la tecnología enfrenta cuando intenta permear en la profesión legal. Si bien es cierto que como abogados somos capaces de celebrar y fomentar las tecnologías en otras profesiones (por ejemplo: la medicina, la educación y las finanzas), estamos indispuestos a la hora de explorar y aplicar las posibilidades que la innovación puede aportar a nuestro propio campo. Aunque hemos adoptado el correo electrónico y las videoconferencias como herramientas para agilizar nuestros servicios, seguimos sin adoptar varias tecnologías que pueden dar lugar a procesos mejores y más eficientes dentro de los despachos y las empresas. Herramientas como la generación o revisión automatizada de documentos están mal vistas y poco implementadas por los profesionales del Derecho.

Hace 25 años el Colegio de Abogados de Inglaterra y Gales señaló que el correo electrónico no sería usado para las comunicaciones abogado-cliente

¿A qué se debe esto?

La falta de implementación de estas tecnologías es muy confusa, ya que estas herramientas podrían resultar en un alivio instantáneo para los profesionales del Derecho que pasan miles de horas al año elaborando documentos.

El impacto que la innovación y la tecnología tienen en la profesión va mucho más allá de simplemente aliviar la carga a la que se enfrentan los abogados y los pasantes. En realidad, pueden tener un valor instantáneo para los clientes que recurren a la abogacía cada día para ayudarlos a llevar a cabo sus tareas del día a día. La implantación de la tecnología puede dar lugar no sólo a un servicio profesional más eficiente en términos de tiempo, sino también en términos de costo y calidad. Al delegar las tareas mediante tecnología capaz, eliminamos la posibilidad del error humano e implementamos un estándar de calidad a todos los documentos y procesos legales que se llevan a cabo, lo que resulta en un mejor producto para los receptores del servicio.

Uno de los temas que creo tiene injerencia en cuanto a la falta de implementación de tecnología disruptiva en la profesión legal es el método de facturación por hora. Este método de cobranza lleva a muchos abogados a erróneamente pensar que el valor de su trabajo está relacionado con el tiempo que se tarda en realizarla. Para mí, un abogado vale más por sus conocimientos y experiencia que por el tiempo que le lleva realizar una tarea. Al final, los abogados, los médicos y otros profesionales servimos para resolver el mismo problema. Las personas necesitan conocimientos que no poseen para llevar a cabo su vida diaria, y como proveedores de servicios, nuestro trabajo es asesorarlos y acompañarlos en sus procesos. El valor es el conocimiento y el trabajo y no el tiempo empleado. El cobro por hora es sólo una de las cuestiones que frenan el progreso tecnológico; hay muchos factores que afectan, pero creo que éste es una barrera psicológica más que nada, y afecta la manera de pensar de los abogados, confundiendo en cuanto a donde reside nuestro valor agregado.

Hablando con socios y abogados de diferentes despachos encontré una apertura inesperada en cuanto a posibles cambios tecnológicos. La mayoría de los abogados convergieron en un mismo punto. Hacían referencia a la generación que ahora ocupa puestos de influencia en los distintos despachos y empresas. Parece que el pensamiento general no es que la tecnología no haya llegado, sino mas bien que la generación de abogados que hoy ocupa posiciones de poder para impulsar el cambio no lo está haciendo, y que no será hasta que una nueva generación ascienda en las filas que se empiecen a implementar cambios verdaderamente disruptivos en la profesión.

Entonces, ¿tendremos que esperar a que una nueva generación impulse los cambios tecnológicos necesarios para avanzar en esta dirección?

Yo no lo creo.

Creo que los cambios llegarán pronto y agresivamente. Para ilustrar el tema, quiero referirme a una herramienta muy común en el mundo empresarial y a la forma en que el mercado empujó a las empresas y profesiones de todo tipo a incorporarla. Me refiero al correo electrónico. El correo electrónico fue inventado en 1971 por Ray Tomlinson, sin embargo, esta herramienta no empezó a cobrar fuerza en el mundo empresarial hasta finales de los años 90. En esa época el correo electrónico comenzó a presentarse como una alternativa confiable a la forma en que los despachos de abogados se comunicaban con sus clientes. Suponía un claro avance con respecto al FAX (el método de comunicación preferido por la profesión). Sin embargo, una parte de la comunidad jurídica se mostraba reacia a su implantación. Para algunos el correo electrónico era considerado un gasto innecesario y los socios responsables se preguntaban si merecía la pena “arreglar” algo que no estaba roto. Sin embargo, los clientes lo implementaban cada vez más y el mercado obligó a los abogados a adecuarse a la nueva tecnología, ya que al negarse perderían competitividad.

Aunque diversas herramientas “Legaltech” están adquiriendo fuerza poco a poco en los despachos y las empresas mundialmente, los cambios más profundos están por llegar especialmente en LATAM. Sostengo que los abogados tendrán que adaptarse a potentes tecnologías como la automatización de documentos y la inteligencia artificial. Estos cambios no nacerán de una voluntad interna de cambiar, sino como una necesidad de adaptarse a los cambios del mercado a medida que los clientes encuentran las diversas y crecientes soluciones que ofrece la tecnología. Optando por cambiar en muchos casos de un asesor de confianza a una solución de confianza. Especialmente cuando los clientes observen la posibilidad de ahorrar tiempo y dinero.

Ante esto, propongo a los abogados de todos los niveles que hagan una introspección y evalúen las alternativas a la forma en que desempeñan sus tareas. Propongo que en lugar de sentirse amenazados por la innovación, la abracen y encuentren la manera de impulsarla, de utilizarla regularmente y así asegurar un servicio jurídico mejor y más eficaz para todos. Porque si al adoptar este tipo de innovación conseguimos reducir los costos y el tiempo preservando la calidad, podremos prestar un servicio digno a más personas, y esa es una causa por la que vale la pena luchar. Por muy descabellado y loco que sea imaginar que nuestra profesión pueda revolucionarse y transformarse en una solución tecnológica. Nunca nos parecerá tan ilógico como parecían las predicciones que hizo el Dr. Susskind en 1996, cuando apenas se enviaba el primer mensaje de texto. Hoy hemos visto de lo que es capaz la tecnología, y con abogados que impulsen los cambios la tecnología puede eliminar muchas de las deficiencias de la profesión jurídica. Es nuestro deber como abogados ofrecer el mejor servicio posible y hoy está claro que debemos acoger la tecnología para lograrlo.

"Nuestra profesión puede revolucionarse y transformarse en una solución tecnológica"

La práctica de Andrés Girault está enfocada en las áreas M&A, Venture Capital & Tech.

 

 


Work On Law llega a México

En Work On Law estamos agradecidos al prestigioso Diario Financiero por esta nota de prensa. En menos de un año de vida Work On Law ya está presente en Chile, Colombia y ahora en México, y con planes de seguir la expansión internacional. Y muchas gracias especialmente a nuestros clientes e inversores por la confianza depositada.

Ver nota de prensa de Juan Pablo Silva E. en el Diario Financiero, 19 de marzo de 2022.

 

Si tienes dificultad para leer la nota, hacer click en este enlace: La plataforma headhunter para abogados que llega a México


Aspiraciones salariales de los abogados en Colombia

Los abogados que manejan el inglés tienen aspiraciones salariales 25% más altas.

Esta es la segunda parte de nuestra saga acerca de remuneraciones de abogados en Colombia donde abordaremos factores determinantes en las aspiraciones salariales como la universidad, nivel de inglés, excelencia académica, calce con la vacante y tipo de empleador. Nuestro objetivo es entregar a los abogados información útil al momento de postular a un empleo.

En el post anterior analizamos los factores que más inciden en que un abogado gane más que otro. Esos mismos factores influyen también en que abogados de la misma generación de la universidad y que postulan al mismo empleo lo hagan con aspiraciones salariales bastante distintas.

Leer: factores que más inciden en el sueldo
Work On Law

La aspiración de renta líquida promedio de los recién egresados de Derecho en Bogotá es de $2.250.000.

Ver ofertas de empleo
Factores que inciden en la aspiración salarial

Efecto Universidad de egreso

Los abogados de las siguientes universidades piden en promedio 11% más:

En el caso de los recién egresados (en lo que va del año 2022 y los que egresaron el 2021), el alma mater marca una importante diferencia. Los siguientes son los montos líquidos promedio a los que aspiran los egresados de las siguientes facultades de derecho:

  • Universidad de Los Andes: $3.000.000
  • Universidad Javeriana de Bogotá: $2.750.000
  • Universidad del Rosario: $2.500.000
  • Universidad Sergio Arboleda: $2.500.000

Efecto inglés y excelencia académica

Los que tienen un alto nivel de inglés en promedio exhiben aspiraciones salariales un 25% más altas que los que no tienen el nivel. 

Los abogados que egresaron con excelencia académica, para estos efectos que se encuentran en el cuarto superior de su curso, aspiran, en promedio, a sueldos un 8.3% más altos que aquellos que no se distinguieron por sus calificaciones.

Efecto calce con la vacante

¿Existe una correlación entre el calce con la vacante y la aspiración salarial?

Un 27% de los que tienen un alto fit con la vacante deciden aumentar la pretensión salarial que se habían fijado genéricamente. En el segmento de los recién egresados, estos postulantes agregan, en promedio, $500.000 más por sobre su pretensión habitual. 

Efecto firmas grandes

Finalmente, observamos que los abogados aumentan en un 21% el monto de su aspiración salarial cuando se trata de una vacante ofrecida por una firma grande.

En el siguiente capítulo analizaremos las diferencias salariales que se producen entre hombres y mujeres en la profesión jurídica.

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¿Cómo es el Big Law Colombiano?

¿Qué factores inciden más en los sueldos de los abogados de firmas colombianas?

Capitulo 1/4

En este primer capítulo abordamos cuáles son los factores que tienen un mayor efecto en que un abogado/a gane más que otro.

Es sabida la falta de transparencia en el tema sueldos. Es por eso que Work On Law, a través de su blog especializado en el mercado legal (Blog.on.Law), quiere poner a diposición de los abogados en Colombia una serie de estudios. Para lograr este objetivo de mayor transparencia, analizamos la información agregada de sueldos y aspiraciones salariales de más de 1000 profesionales que egresaron de Derecho en Colombia entre los años 2016 y 2021.

En este primer capítulo abordamos cuáles son los factores que tienen un mayor efecto en que un abogado/a gane más que otro.

Hay tres factores que explican las diferencias que se producen en las remuneraciones: rendimiento o excelencia académica, manejo del inglés, y universidad de egreso. Haremos un análisis separado acerca de si existe una brecha de género en los sueldos del mundo legal.

En esta oportunidad veremos cómo los abogados que saben inglés, tuvieron buenas notas en sus estudios de derecho y se graduaron de ciertas universidades, ganan más.

Por lejos el factor que mayor impacto tiene en el sueldo de un abogado/a joven es su manejo del inglés. Los profesionales del derecho que dominan el idioma ganan, en promedio, un 30% más. Para los que tienen un inglés intermedio-avanzado, lo más rentable es ponerse a estudiar inglés y lograr el bilingüismo que una y otra vez se pide para acceder a los empleos mejor remunerados.

Un aspecto importante en el que suelen hacer hincapié las firmas grandes al contratar es haber obtenido un buen rendimiento académico. Nuestro análisis revela que haberse graduado dentro del cuartil superior de su promoción tiene como resultado rentas en promedio 6% más altas.

[Continua leyendo abajo: el factor Universidad]

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"Los que dominan el inglés ganan, en promedio un 30% más"

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El factor Universidad


La última variable que aislamos para ver su efecto en la remuneración de los abogados es la universidad en la que cursaron sus estudios de leyes.

En Colombia existen docenas de universidades que imparten la carrera de Derecho. Sin embargo, los que egresaron entre el 2016 y 2021 de las siguientes 13 Universidades, exhiben en promedio sueldos 14% superiores al de sus colegas de otras casas de estudio.

Próximamente hablaremos de cómo ajustar las pretensiones salariales para mantenerse competitivo, cuánto ganan los abogados jóvenes y si existe una brecha de género en materia de sueldos en Colombia.


¿Cómo aumentar la visibilidad de tu perfil profesional?

El CV es la manera clásica de transmitir quién eres como profesional. Sin embargo, “el papel aguanta todo” y por eso los empleadores buscan otras maneras de conocer mejor a los candidatos. Con la pandemia aparecieron diversas pruebas psicométricas o tests que se realizan vía internet. En Work On Law ocupamos tests que han sido específicamente calibrados para abogados y que permiten demostrar tus habilidades de manera objetiva. Para eso integramos a nuestros procesos la mejor plataforma de pruebas disponible en el mercado. Nuestras pruebas no son las genéricas gamificadas, que pueden producir distracciones y distorsiones cuando la personas no está acostumbrada a los juegos de video. Al contrario, el formato de la prueba es apropiado para abogados y estudiantes de derecho al enfocarse en aspectos lingüísticos y lógicos.


Tests

Hacemos 2 tests que sirven para cualquier proceso al cual postules por medio de Work On Law.

1) Test de personalidad: Cuando rindes el test de personalidad de inmediato te enviamos retroalimentación de los rasgos que te hacen destacar laboralmente y los que podrían mejorar. El test dura 10 minutos y no existen respuestas “correctas” o “incorrectas”.

2) Test de habilidades cognitivas: Es un test contra el tiempo y dura 20 minutos. Es normal no alcanzar a terminar todas las preguntas.

En nuestra experiencia, los candidatos que ya tienen sus tests completos, avanzan mucho más rápido en eventuales procesos de selección.

Si no has rendido antes estos tests, escribe a jobs@workon.law con el asunto “Solicito test”.

 

Video Intro

Otra manera de generar una impresión positiva es grabando una video presentación.  No es obligatorio hacerlo, pero es muy recomendable. Hay empleadores que en razón del video terminan seleccionando a candidatos que curricularmente no cumplían con requisitos como la excelencia académica.

 

TIPS


Si vas a grabar un video evita mencionar a un empleador específico, de este modo, tu video presentación servirá para diversas postulaciones que hagas a través de Work On Law.

Si consideras que tu inglés es avanzado, ¡graba tu video en inglés y aumenta aún más el efecto positivo!

Lo anterior no significa descuidar la confección de tu CV. Aquí podrás leer cómo hacer un CV de abogado/a.