Actualización ante innovación


El desarrollo tecnológico y acceso a productos, la globalización y el establecimiento de nuevos tipos de relaciones interpersonales, el enorme crecimiento poblacional, el cambio climático, la evolución de las plataformas y el mundo digital (a estas alturas universo más bien), han producido como consecuencia cambios grandes en los ámbitos laborales de muchas profesiones, e incluso el nacimiento de nuevas y la decadencia de otras. Este hecho ha sido lentamente tomado por universidades y mercados, dejando a los profesionales ya recibidos, con una necesidad indiscutible a estas alturas de constante aprendizaje de nuevas habilidades blandas y duras.

Superar estas dificultades para una gran masa de profesionales ya educados en un sistema que no pertenecía a la actual realidad que evoluciona exponencialmente  en todas las áreas requiere mucha autodeterminación. 

Sin duda dentro de los top ten de quienes requieren de esta actualización continua están los abogados, debido a la gran importancia que tiene en su carrera las tradiciones, la concentración de conocimientos específicos y el poco trabajo multidisciplinario, propio de su ejercicio. Es por esto que este mundo que evoluciona requiere de ellos un enfoque proactivo para el desarrollo profesional, que puede incluir la búsqueda de oportunidades de aprendizaje adicionales, la participación en programas de desarrollo de habilidades y la búsqueda de experiencias laborales que fomenten la adaptabilidad e innovación.

Este proceso de actualización se puede observar en todos los ámbitos laborales, por ejemplo los doctores deben mantenerse actualizados acerca del ámbito de la tecnología para entender qué máquinas o nuevos productos pueden apoyar sus procesos de diagnóstico e intervención y/o el mundo de la ingeniería y arquitectura que requiere de constante evolución en programas de representación cada vez más sofisticados, para el desarrollo y puesta en marcha de los proyectos, nuevos materiales y el impacto ambiental de su quehacer, que hace veinte años casi no era tema y hoy los regula en forma cada vez más limitante para los anteriores estándares.

No son solamente los abogados, todas las profesiones se han visto forzadas a adaptarse a las nuevas posibilidades que ofrece la sociedad.

Desde el espacio hasta la computadora

¿Cómo actualizar conocimientos para el ejercicio del derecho en esta constante y dramática evolución? 

La respuesta está sin duda en el cuidado permanente de las habilidades duras y blandas que le permitan adaptarse a las necesidades de sus clientes o la búsqueda de nuevos mercados dentro de su especialidad. 

En esta búsqueda son estratégicas la incorporación y trabajo en conjunto con nuevas áreas y conocimientos legales, aspecto crucial de la diversificación de habilidades para los abogados. Algunas de estas áreas son tecnológicas, como la ciberseguridad o los nuevos casos alrededor de la inteligencia artificial. Otras implican un ambiente menos ortodojo, tales como los abogados espaciales o los abogados en el metaverso, pero todas requieren que mantengan al día la relación de sus conocimientos con estos nuevos ambientes y tecnologías. La capacidad de aprender y adaptarse rápidamente a los cambios en la legislación y la tecnología es esencial para mantenerse relevante en la profesión legal y ofrecer un asesoramiento jurídico actualizado y eficaz a los clientes.

Asimismo aspectos como la digitalización creciente en el campo legal, obliga a los abogados a estar familiarizados con las herramientas y software legales, así como con la gestión de datos y la ciberseguridad. Además con el aumento de la cantidad de información disponible, la capacidad de analizar datos legales para extraer insights y apoyar la toma de decisiones es cada vez más importante.

El desarrollo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la blockchain, los desafía a comprender cómo estas tecnologías afectan al derecho y cómo pueden aplicarse en diferentes áreas legales.

Además de los cambios tecnológicos, la globalización también ha impactado significativamente en la profesión legal. En un mundo interconectado, los abogados se enfrentan a desafíos legales transfronterizos y deben estar preparados para trabajar en entornos multiculturales. La colaboración con profesionales de otras empresas y/o gobiernos en temas comunes también implica que tengan que trabajar con abogados de otras disciplinas, como en tecnología, finanzas o ciencias sociales, de forma cada vez más común para abordar problemas legales complejos que requieren un enfoque multidisciplinario. 

Esta misma necesidad de actualización continua se aplica a las habilidades blandas, que como vimos anteriormente, son cada vez más necesarias para sobresalir en el ámbito legal moderno y diferenciarse de herramientas como la inteligencia artificial. La comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y el pensamiento crítico son habilidades fundamentales para establecer relaciones sólidas con los clientes, negociar acuerdos y resolver conflictos de manera eficiente. Estas habilidades no sólo mejoran la calidad del servicio legal, sino que también apoyan el desarrollo e integración de la carrera legal en el mercado, marcado por apoyos tecnológicos tendientes a hacer desaparecer la importancia de la gestión humana.

La sociedad está evolucionando constantemente y con este avance vienen nuevas posibilidades y por lo tanto nuevas responsabilidades, la diversificación de habilidades es fundamental para los abogados que desean prosperar en un entorno legal en constante cambio. La capacidad de adaptarse a los avances tecnológicos, la globalización y a la constante demanda de nuevas habilidades no sólo es esencial para mantener la relevancia en la profesión, sino también para brindar un servicio legal de calidad y satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes. Los abogados que invierten en el desarrollo de nuevas habilidades estarán mejor posicionados para enfrentar los desafíos del futuro y aprovechar las oportunidades que ofrece un mundo que se hace cada vez más complejo.

Cosas que se hubieran considerado ciencia ficción son una realidad actual y por lo tanto los abogados tienen la oportunidad de trabajar en cosas que antes hubieran sido sueños.

Desde el universo hasta el espacio virtual, lo que se considera posible hoy es muy distinto a lo que era posible ayer, y lo más probable es que lo que sea posible mañana será muy diferente a las posibilidades de hoy. Es por esto que uno siempre debe estar abierto a aprender y adaptarse a la sociedad.