Disponibilidad y productividad
La implementación de la nueva ley en Chile que reduce el trabajo semanal de 45 a 40 horas está presentando desafíos de lo más variado. Una de las posibilidades más interesantes y anheladas por quienes trabajan con contrato laboral es la transición de cinco días laborales a cuatro. Esta medida tiene como objetivo proporcionar más tiempo libre, mejorar el bienestar y aumentar la productividad en el lugar de trabajo. Sin embargo, su puesta en marcha implica una enorme cantidad de problemas, especialmente en lo que respecta a productividad y cumplimiento de compromisos y metas y un potencial riesgo que podría impactar de forma negativa a quienes trabajan con plazos y por horas, como es el caso de los abogados y que requieren flexibilidad.
Es una apuesta arriesgada, ya que nunca se ha intentado implementar una ley eliminando un día completo de trabajo en la semana….Con la reciente aprobación e implementación gradual de la ley de las 40 horas en Chile, las empresas y oficinas de abogados, tendrán la opción de optar por un horario laboral de 4×3, en el cual los profesionales tendrán que trabajar más tiempo de lunes a jueves, pero a cambio tendrán 3 días libres seguidos, con todos los problemas y beneficios que eso implica.
Esto plantea varias interrogantes, como ¿los clientes contratarán abogados con quienes no cuentan un día a la semana? ¿Las empresas pueden darse el lujo de no ser productivas durante un día completo y es posible compensar esa productividad y presencia profesional?
Este tipo de implementación puede mejorar aspectos como la calidad de vida y consecuente fidelidad de los profesionales con sus lugares de trabajo. Esto en teoría también llevaría a incrementar aspectos como la productividad, la rentabilidad, y el bienestar de los profesionales.
Esta forma de trabajo, permite mayor tiempo personal que puede ser invertido por los abogados en especialización e investigación que ayuden a desarrollar a la persona en su trabajo y como consecuencia a la empresa u oficina en la que trabajan. Además el mayor equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y a otras actividades, evita una serie de problemas relacionados al estrés y calidad de vida tales como el ausentismo laboral o problemas de salud mental y físico, entre otros. Adicionalmente puede apoyar a los abogados que busquen flexibilizar su profesión, ya que les permite el tiempo para expandir sus habilidades. Además, tanto para empresas como para oficinas de abogados el tener otro día sin actividad, significa ahorros significativos en comparación con tener turnos que implican un funcionamiento permanente.
La ley de las 40 horas se va a implementar oficialmente en el año 2028, este retraso se realizo para que las empresas se puedan adaptar. La pregunta es: ¿Pueden?
Experimentando con una realidad futura
Sin embargo, esta medida evidentemente presenta desafíos. La reducción de la jornada en un 12 % es una baja significativa en la cantidad de horas disponibles para la realización de tareas y proyectos, lo que requiere una reorganización significativa de las operaciones y la gestión del tiempo.
Además señalan que cambiar a una semana laboral comprimida puede ser difícil de implementar y requerir ajustes significativos en las operaciones comerciales y la planificación de horarios. Esto puede llevar tiempo y recursos, especialmente para las empresas y servicios con operaciones complejas o con necesidades de atención al cliente durante los días libres. Solo aceptar y organizar este sistema de trabajo requiere inversión financiera, administrativa y tecnológica que apoye a la empresa durante los días libres y en la coordinación, una inversión que muchas oficinas no pueden o simplemente no están dispuestas a arriesgarse por un proceso experimental.
Por otro lado y para no impactar la facturación por hora, régimen tan común en el trabajo de los abogados y lograr cumplir con los plazos, deberán ser capaces de comprimir en cuatro días aquello que hoy hacen en cinco. Trabajar jornadas más largas durante cuatro días consecutivos puede provocar fatiga laboral y agotamiento en algunos empleados, especialmente si no tienen la capacidad de gestionar eficazmente su carga de trabajo durante esos días.
Los detractores también argumentan que reducir los días de trabajo puede significar una menor disponibilidad para los clientes, lo que podría afectar la satisfacción del cliente y la retención. Por último tener tres días libres puede ser beneficioso para pasar tiempo con la familia, pero también podría causar conflictos si los miembros de la familia tienen horarios diferentes o si la empresa u oficina requiere que los profesionales trabajen horas adicionales durante esos días.
Sin embargo esto no quiere decir que los estudios están rechazando el nuevo modelo…. Por ejemplo hay casos como los del estudio Mazars que están activamente tratando de crear un plan para que los abogados trabajen solo 4 días y compensen en los cuatro días las horas que se necesitan de ellos para mantener su productividad y relación con los clientes También hay estudios como DLA Piper quienes tienen áreas para las que están considerando la medida y cómo podría impactar su productividad. Pero estos dos estudios están en la minoría, son pocas las firmas que están dispuestas a considerar adoptar el modelo.
La implementación de una semana laboral de 40 horas en cuatro días con tres días libres puede tener varios beneficios potenciales, como un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal y un aumento de la productividad. Sin embargo, las dificultades de implementación y posibles impactos en la disponibilidad para los clientes y en su retención para servicios como lo son los legales son aún difíciles de sopesar. Cada empresa y oficina de abogados debe evaluar cuidadosamente estos factores antes de decidir si esta estructura de trabajo es adecuada para ellos. Si se podrá generalizar y ser exitosa sólo el futuro lo dirá.
Algunos estudios están estudiando como se pueden adaptar a la ley de 40 horas... Pero no son muchos.
¿Pueden los estudios adaptarse a la ley de las 40 horas? Incluso con las nuevas tecnologías a nuestra disposición es una pregunta sin una respuesta clara.