Conociendo todo, en cada lugar y en cada momento


No es exageración decir que vivimos en una era de información masiva. Toda persona capaz de leer y escribir tiene la oportunidad de acceder a más datos de los que va a poder usar en su vida, siempre y cuando tenga una conexión a internet. 

Sin embargo este acceso ilimitado a información al que estamos tan acostumbrados es un arma de doble filo. Hay un amplio debate en varios ámbitos sobre cuánta información debería estar disponible para el escrutinio público, especialmente cuando se filtra y publica información personal y/o que a partir de un individuo afecta a otras personas, que no tienen poder de parar la publicación que les afecta directamente. Y una vez publicada, por el vasto alcance de los medios digitales, no hay forma de parar una propagación masiva.

Este debate es muy controversial en el ámbito jurídico, ya que el sistema judicial es parte de la columna vertebral de cualquier sociedad democrática. Su función de garantizar justicia, equidad y el cumplimiento de la ley, evidentemente necesita de información sobre los involucrados en una investigación, pero el manejo de esa información debe mantener un balance cuidadoso entre lo que es necesario y lo que no y en especial qué tan reservado es su manejo y el acceso masivo a ella.

Por un lado, la transparencia en el sistema judicial es esencial para promover la rendición de cuentas, fomentar la confianza pública y garantizar un proceso judicial justo y equitativo. La información relacionada con casos judiciales, como los procedimientos legales y las decisiones de los tribunales, generalmente se considera información pública y debe estar disponible para escrutinio. Aunque originalmente los juicios eran un evento mucho menos público y en muchos sistemas se realizaban con escritos y no en sala, lo que llevaba a que de información general sólo fuera el veredicto, reformas como la Reforma Procesal Penal en Chile implementaron el cambio que permite al público ser testigos de los argumentos y evidencias que se usan para llegar a ese veredicto.

El argumento detrás de estas reformas es que la transparencia es fundamental para combatir la corrupción y el abuso de poder en cualquier sistema judicial. Sin embargo, lo que estas reformas no pudieron prever fue la velocidad con la que las comunicaciones se desarrollarían, incluyendo a los medios digitales, que son capaces de transmitir la historia a todo el mundo, y las redes sociales, que comunican instantáneamente información, muchas veces parcial o descrita en forma sesgada. Esto arriesga que cientos de miles de personas sepan no sólo los argumentos usados para llegar a una conclusión fundamentada sino acerca de detalles personales que incluyan a terceros o situaciones privadas que nunca debieron ser parte del dominio público.

Las Reformas Penales se realizaron para que el publico tuviera conocimiento de los argumentos usados para llegar a un veredicto... Pero no pudieron predecir el avance de la tecnología.

Caos como consecuencia

Los abogados y los fiscales tienen una educación clara al respecto y un compromiso que les permite y obliga a mantener la confidencialidad a toda información sobre su cliente. Pero esta era de información inmediata y sin necesidad de ser confirmada, donde además las opiniones y posturas se expresan en forma libre e indiscriminada, plantea una nueva dificultad asociada al hecho de que un juicio sea público. Implica el riesgo de que una persona con un celular comparta datos en una red social y toda la información de los involucrados y mucha de personas relacionadas, sea investigada y juzgada de manera invasiva por miles de personas usando el anonimato de internet. Incluso sin importar la realidad de lo que haya sido el proceso judicial.

Es crucial proteger la privacidad y los datos personales de las partes involucradas en un juicio. La divulgación de información personal sensible, tales como la identidad de testigos, víctimas o acusados, puede tener graves consecuencias, como la victimización secundaria o el estigma social. Y en una sociedad donde el control sobre el acceso a la información, es cada vez más complejo, esa es una posibilidad cierta.

La cantidad de información que los individuos guardan o comparten a través de sus dispositivos, incluyen muchos aspectos de su vida como conversaciones personales, discusiones de política y/o creencias, y diálogos sobre negocios, entre otros. Entonces la fuente crítica de información vital para un juicio, es a su vez una fuente de mucha otra información, que afecta a diferentes personas muchas veces no involucradas en ese juicio. Información que está sujeta a los mismos riesgos de filtración o mal manejo, si cae en las manos equivocadas.

En el debate sobre la información pública y personal en el ámbito judicial es fundamental encontrar un equilibrio entre la transparencia y la privacidad. Cómo se puede implementar este equilibrio es un debate constante debido a que contrapone dos derechos fundamentales: el derecho a conocer eventos públicos y mantenerse informado y el derecho de mantener el control de tu información y vida privada. Como demuestra un artículo de la Revista Chilena de Derecho y Tecnología cada vez que un argumento centrado en el derecho de la privacidad intenta hacer un cambio en la manera en que se maneja el flujo de información transmitido en un juicio, inevitablemente su primer oponente va a ser un individuo argumentando que viola un principio del derecho del público a mantenerse informado.

Además, es importante promover la conciencia y la capacitación entre todos quienes tienen este acceso, sobre la importancia de proteger la privacidad de las partes involucradas en un caso judicial. Esto puede incluir la implementación de medidas de seguridad para proteger la información personal y la adopción de prácticas éticas en su manejo.

El debate sobre la información pública y personal en el ámbito judicial es complejo y multifacético. Si bien la transparencia es esencial para garantizar un sistema judicial justo y equitativo, también es fundamental proteger la privacidad y los datos personales de las partes involucradas en un caso judicial y en especial de terceros que sin estar directamente involucrados, puedan verse afectados por el acceso de otros a esa información.

El equilibrio entre la transparencia y la privacidad es cada vez más complicado, debido a esta concentración de tantos diversos aspectos de la vida de una persona en una misma fuente, como son los dispositivos electrónicos. Promover el enfoque equilibrado y ético en el manejo de la información es por lo mismo cada vez más necesario y urgente.

Un juicio publico es parte del trabajo para los abogados, fiscales y jueces, y puede ser un espectáculo para la personas no relacionada pero para los involucrados es un momento estresante y vulnerable que se vuelve peor por el riesgo de que aparezca en las noticias o en las redes sociales. 

El Derecho a la Privacidad y el Derecho a conocer que es lo que esta pasando en los procedimientos públicos son igualmente importantes y es por esto que esta confrontación entre ambos es muy compleja.