Una gran herramienta...Si se usa con moderación
Hoy en día LinkedIn se ha convertido en la herramienta para buscar trabajo. Esta plataforma, al hacer uso de la interconectividad de diferentes redes sociales, le permitió a postulantes, profesionales y empleadores generar un espacio donde pudieran ver ofertas laborales, el historial de los postulantes y promover y compartir pasos y avances de carreras académicas y profesionales. Es por esto que maximizar el uso de esta red social se ha convertido en una parte importante del proceso de conseguir trabajo…
Es por esta relevancia y peso que su uso se ha masificado hasta llegar a niveles incluso de dependencia por parte de los usuarios, produciendo efectos no deseados.
Es inevitable que el proceso de conseguir un trabajo sea estresante y tenso. Siempre hay más postulantes que ofertas y sólo una persona, o un porcentaje pequeño de personas, será elegida para los mejores puestos o los más demandados. Es por esto que depender tanto de la actividad o respuestas en una sola plataforma puede ser perjudicial, ya que si bien hay que cuidar un buen y correcto perfil, lo que pasa en ella no es reflejo de éxito o fracaso profesional necesariamente.
Para comprender estas consecuencias se debe tener en cuenta que la estructura y dinámicas de LinkedIn generan efectos psicológicos que pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales, especialmente en quienes están desempleados. Por lo mismo es necesario conocer los elementos clave de la experiencia de LinkedIn: la interacción superficial, la competencia social profesional y la ansiedad que genera la búsqueda de validación.
Una característica distintiva de LinkedIn son los mensajes pre-fabricados que las personas suelen utilizar al interactuar. Cuando publicamos alguna historia, avance profesional o en momentos como nuestro cumpleaños, comentarios como “¡Felicidades!” o “Interesante” aparecen de muchos usuarios, pero muchas veces son automáticos y nada tienen que ver con interés en nuestro perfil o resultados en una búsqueda, lo que puede ser frustrante y desanimador en especial para alguien en busca de empleo. Incluso muchas de las notificaciones automáticas de la plataforma, como ofertas de prueba gratuita, pueden contribuir a una sensación de fracaso y despersonalización, ya que priorizan el marketing sobre las necesidades del usuario. La superficialidad de estas interacciones afecta a la percepción de LinkedIn como un espacio poco auténtico, y refuerza sentimientos de aislamiento, en especial para las nuevas generaciones que ven en estos medios , oportunidades de amistad y relaciones personales. Quienes buscan empleo podrían interpretar la falta de respuestas significativas como un reflejo de su propia valía profesional, exacerbando la ansiedad y la frustración.
Uso excesivo de LinkedIn puede producir problemas psicológicos en los usuarios...
El peligro de las expectativas poco realistas
Por el lado del usuario uno de los factores más discutidos en relación con el impacto psicológico de LinkedIn es la constante exposición a los logros de otros. Las publicaciones de conocidos celebrando ascensos, nuevas oportunidades laborales o proyectos exitosos pueden ser fuente de inspiración para algunos, pero también desencadenar emociones negativas en quienes atraviesan momentos profesionales iniciales, más difíciles o momentáneamente estancados.
La “competencia social profesional” puede provocar un fenómeno conocido como “desplazamiento hacia abajo”, en el que las personas perciben sus logros como insuficientes en comparación con los de otros. A esto se suma la naturaleza curatorial de los contenidos en LinkedIn, donde rara vez se comparten fracasos o vulnerabilidades, lo que crea una narrativa artificial de éxito constante, con la que es difícil compararse. En LinkedIn, la interacción con el contenido de otros —likes, comentarios y mensajes— se percibe como una forma de generar conexiones y abrir oportunidades laborales. Sin embargo, esta búsqueda de validación puede volverse problemática cuando las interacciones no generan los resultados esperados o empieza a desanimar a un usuario. Por ejemplo, si un postulante desempleado ve el post de un par que celebra su ascenso u obtención de un trabajo, puede llevar al postulante desempleado a cuestionar su propia trayectoria, intensificando una sensación de fracaso.
La consultora Vinculación, en su estudio sobre empresas IPSA, muestra que el 62% de los altos directivos de grandes empresas en Chile interactúan activamente en LinkedIn. Este dato puede alimentar expectativas poco realistas en los usuarios comunes, quienes podrían asumir que un simple “like” a un gerente aumentará significativamente sus posibilidades de obtener empleo. Aunque estas interacciones pueden ser útiles, también pueden fomentar una dinámica de dependencia emocional hacia el reconocimiento en la plataforma. El experto en innovación Tadashi Takaoka señala que LinkedIn fomenta un tipo de comportamiento que busca destacar únicamente mediante títulos y cargos importantes, lo que refuerza la idea de que el valor profesional de una persona está vinculado exclusivamente a su posición laboral. Este enfoque estrecho puede ser especialmente dañino para quienes están desempleados, pues acentúa la percepción de que no tienen nada valioso que ofrecer.
Takaoka también critica el uso extendido de plantillas y narrativas repetitivas en LinkedIn, que convierten las publicaciones en microensayos que buscan impresionar, pero carecen de autenticidad. Estas publicaciones, muchas veces diseñadas para maximizar la interacción, contribuyen a una experiencia que él compara con “comida chatarra”, proporcionando una satisfacción superficial pero dejando una sensación de vacío a largo plazo. Sin embargo, Takaoka ofrece una perspectiva alternativa: en lugar de enfocarse en títulos o cargos, los usuarios de LinkedIn pueden destacarse compartiendo aprendizajes o experiencias únicas. Este enfoque reduce la presión de aparentar éxito, y ayuda a construir una presencia más auténtica y significativa en la plataforma.
Todos estos efectos no disminuyen la capacidad de LinkedIn de ser el puente entre postulantes y empleadores. Estos problemas son consecuencia de una forma instalada de uso de las redes, que tiende a relaciones personales y demostración de éxito parcial y poco tienen que ver con construir perfiles profesionales de personas que abordan de diferente manera sus estudios, especializaciones y profesiones y que son la base de una riqueza diversa y necesaria en el mundo laboral de hoy.
...Especialmente si usan LinkedIn de la misma manera que uno utilizaría paginas que tienen un formato menos formal, como TikTok, Instagram, X y otros.
LinkedIn es una de las formas en que un postulantes puede comunicarse con los empleadores, y una forma muy eficiente de postular, pero no es la única y solamente depender del sitio puede generar problemas en el usuario.