Un ambiente poco saludable


Uno no necesita saber mucho de las responsabilidades de los abogados para entender que es una profesión con muchas oportunidades pero también con consecuencias directas para muchas personas. Esto significa que el trabajo implícitamente conlleva mucho estrés ya que el ámbito de la abogacía demanda que cada profesional se mantenga calmado y racional ante situaciones difíciles y potencialmente traumáticas dependiendo del área en que se especialice. Es por esto que uno de los desafíos más constantes para cualquier persona en esta profesión es manejar su salud mental.

Mantener la salud mental ante tales circunstancias ya es un desafío pero los abogados con problemas en este ámbito tienen otro obstáculo que se debe considerar: el estigma asociado con expresarlo e incluso con sólo buscar ayuda profesional. Es esperado de todos los abogados que mantengan una actitud profesional y racional para lidiar con los problemas a los que se enfrenta el cliente y la competencia con otras oficinas y/o profesionales del área. Esto ha causado que se produzca un estigma alrededor del concepto de admitir que una persona necesita ayuda pues se ve como un signo de debilidad y de una consecuente falta de capacidad para ejercer bien la profesión.

Para entender la magnitud del problema la International Bar Association, una importante organización internacional con  más de 35 mil abogados y asociada con 197 colegios de abogados y asociaciones de Derecho en los seis continentes, publicó el año 2021 el informe Bienestar mental en la profesión jurídica: un estudio global, donde indicó varios problemas dentro de la profesión en términos de la salud mental:

  • El 41% de los abogados encuestados declaró que no discutirá sus problemas de salud mental debido al hecho de que temen que impacte de forma negativa a su trabajo.
  • Dentro de este 41% un 32.1% temen ser tratados de forma diferente después de admitir problemas, un 24,1% admiten que los empleadores no reconocen a sus problemas de salud mental como problemas, y el 17,2% temen que no van a creerles o no van a tomar sus problemas con la seriedad necesaria.
  • 1 de cada 3 abogados entrevistados declararon que su ambiente laboral ha impactado de manera negativa o incluso extremadamente negativa a su salud mental.
  • Y finalmente, aunque el 82% de las instituciones de abogados encuestados declaró que se tomaban los problemas de salud mental con la preocupación adecuada solo el 16% provee el entrenamiento necesario para reconocer y apoyar a sus empleados.

Un porcentaje considerable de los abogados no están dispuestos a revelar sí tienen problemas de salud mental debido a que tan competitivo es el ambito

La diferencia entre una consecuencia y una debilidad

Aunque estos números alarman no sorprenden, los abogados a menudo enfrentan cargas de trabajo pesadas, plazos ajustados y presión constante para obtener resultados para sus clientes, junto con una reputación negativa asociada al ejercicio, que afecta cómo son percibidos. Esta presión puede llevar a altos niveles de estrés, agotamiento y ansiedad, lo que afecta negativamente la salud mental de los profesionales del derecho. El ambiente legal tampoco apoya en este ámbito, pues es altamente competitivo, lo que puede generar conflictos interpersonales, tensiones y un sentido de aislamiento entre los colegas. Este ambiente puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión y trastornos del sueño, entre otros.

Y este es el principal desafío, para lograr solucionar los problemas de salud mental: Debemos dejar de categorizarlos como una debilidad y comenzar a entenderlos  como una consecuencia. Una que inevitablemente empeorará si no se aborda con la seriedad necesaria. Esta clase de cambio tiene que ocurrir no sólo en los individuos que necesiten ayuda, sino también en las culturas de las oficinas y/o empresas, ya que muchos de estos problemas empiezan dentro del ambiente laboral. 

Especialmente porque en estos ambientes se denomina a estos problemas como “enfermedad mental”, un término que conlleva una acepción negativa y estereotipada que implica no tener la capacidad de “lidiar” con esas dificultades. Concepción que no solamente es errónea sino que también evita enfrentar el verdadero problema: El hecho de que la gente está reaccionando ante un ambiente estresante y a veces necesita ayuda para manejarlo.

Afortunadamente instituciones como la International Bar Association e instituciones como el Proyecto Bienestar Mental de la Abogacía Española están presentando planes y leyes para implementar medidas corporativas y legales que apoyen a los abogados y demanden obligatoriedad en ciertas prácticas dentro de las empresas y firmas. 

Es importante entender tanto para empleadores como para clientes, que abogados que tienen apoyo profesional en el ámbito de la salud mental, ya sea a través de terapia individual, grupos de apoyo u otros programas, reconocen la importancia de buscar ayuda cuando es necesario, en lugar de sucumbir a la presión de la cultura imperante que a menudo valora la resistencia por encima del bienestar. Y sin duda, al priorizar su salud mental y enfrentarla con los apoyos necesarios, estos abogados están fortaleciendo su capacidad para servir a sus clientes de manera más efectiva y ética, y están contribuyendo a una profesión legal más resiliente y humana en general.

Los problemas de salud mental tienen una conexión fuerte al ámbito laboral y para ayudar a solucionarlos deben dejar de percibirlos como una falta de un individuo

Los problemas de salud mental no son solamente causadas por un individuo sino por las circunstancias que ese individuo enfrenta y es importante librarse del estigma para que la gente consiga la ayuda que necesita.