Al momento de buscar un trabajo, la herramienta fundamental es un documento que bien puede tener sólo una página o la plataforma que lo contiene como es el caso de la red social LinkedIn: El Currículum Vitae (CV), cuyo propósito es explicar en resumen los estudios, experiencia, habilidades e intereses de un postulante y las razones y conocimientos que lo hacen ideal para un cargo. Es la primera impresión de los reclutadores sobre un candidato, debe destacarse y contener información relevante que decidirá si es o no interesante para el puesto en cuestión, definiendo la posibilidad de avanzar en un proceso y de eventualmente conseguir un trabajo. Para maximizar su efectividad, es fundamental comprender la importancia de forma y fondo, ya que al combinar contenido sustancial y relevante (fondo), con una presentación visual atractiva (forma), se aumentan las posibilidades de destacar entre los candidatos y captar la atención de los empleadores en la búsqueda laboral. Es en este último aspecto (forma) donde se plantea un interrogante sin solución definida, que depende de factores difíciles de precisar y que bien puede ser determinante en una postulación:
¿Debería tener un CV la foto del postulante?
La forma del currículum se refiere a su presentación visual y estructura. Y dentro de esta “diagramación” la pregunta de si incluir o no fotografía es causa de debate. Por un lado muchos argumentan que el CV es un documento profesional, parecido a un contrato y por lo tanto no se deberían añadir detalles personales como una fotografía, otros argumentan que la fotografía de un Currículum refiere, no a la apariencia del profesional sino a una forma de presentación visual, que en su forma dice mucho del candidato y que complementa la información del documento.
Aquellos que respaldan la inclusión de fotografías en el currículum argumentan tres beneficios principales. En primer lugar, destacan el aspecto de profesionalismo y transparencia, argumentando que añadir una foto puede personalizar el currículum, permitiendo a los empleadores conocer a la persona detrás del documento. Además, señalan que la inclusión de una imagen puede contribuir a la construcción de una marca personal, haciendo que el candidato sea más memorable en ciertos casos. Por último, sostienen que, en algunas culturas, la inclusión de una foto se considera una norma y parte estándar de la aplicación, lo que refuerza la importancia cultural en este debate.
Dentro de los que enumeran los detractores de la foto aparecen varios problemas, como el riesgo de una posible discriminación basada en la apariencia física. Argumentan que el currículum debe centrarse en las habilidades, la educación y los logros profesionales y no en la apariencia física. Además se debe tener cuidado con normas o regulaciones específicas sobre la inclusión de fotos en currículos, en lugares o empresas específicos donde incluso puede ser ilegal solicitar una foto como parte del proceso de contratación debido a preocupaciones de discriminación.
Mostrar la foto en un CV es una decisión que tiene tanto beneficios como desafíos lo que causa debate entre los postulantes sí deberían ponerla o no.
La importancia del país
Desde el 2014, Work On Law decidió hacer un estudio para determinar las variables que pueden llevar a una respuesta a la pregunta de la foto en el ámbito del derecho y la respuesta a la que llegó es…. que depende. A las preguntas planteadas por WoL de si los abogados deberían poner una fotografía en el CV o en LinkedIn, la respuesta de abogados de Chile, Colombia y México, fue dependiente de la forma y plataforma en que se muestra el CV y de las costumbres del país en que el abogado postule a un trabajo.
[Video] ¿Me conviene tener foto en mi CV?
De acuerdo con esta investigación, el porcentaje de abogados que decide poner una foto en su Currículum en Colombia por ejemplo, ha aumentado en los últimos años mientras que en Chile ese hábito es extremadamente raro. Eso se debe a que en este último país, el CV de un candidato a un trabajo del mundo legal, se considera extremadamente formal y el futuro empleador, lo mira como un anticipo de la capacidad de un abogado para adaptarse a un documento formal, que luego en su nuevo empleo deberá producir en otras situaciones.
En cuanto a la plataforma, Work on Law recomienda a sus postulantes siempre tener la mejor fotografía posible en LinkedIn, debido a su estructura preconstruida como red social, donde, si no la tienen, quedan en una gran desventaja frente a los otros postulantes que cuenten con una. En cambio en WoL no permitimos la inclusión de fotografías en nuestros perfiles. Esto porque si bien muchos estudios jurídicos invierten mucho en imágenes profesionales para mostrar a sus equipos, una vez conformados, la selección de acuerdo con nuestra opinión, sólo debe ser por méritos y nunca por el aspecto de una persona. La sola posibilidad de una discriminación por la inclusión de una fotografía nos define en contra de su inclusión.
¿Debería tener una foto mi CV o en LinkedIn? En la última no cabe duda, y en el CV, aunque hay ventajas y desventajas, de acuerdo al estudio realizado por WoL., depende de dónde y cómo. Es una decisión que cada postulante debe tomar informadamente, para lo que ponemos a disposición este video y nuestra experiencia. Porque como dijimos, un currículum efectivo equilibra forma y fondo para ofrecer una imagen profesional y persuasiva del candidato. Y la pregunta de la foto es una que bien puede definir las posibilidades en un proceso laboral.
En países como Colombia más y más postulantes ponen fotos para diferenciarse, mientras que en Chile la costumbre casi no existe
¿Cuál es la respuesta correcta? ¿Tener una foto y ser más personal? ¿O quitarla y ser más profesional? Eso es una respuesta que solo el postulante puede responder.