Un cambio radical


Inmigración: 

acto de trasladarse a un país distinto al de origen para establecerse en él.

La inmigración es un proceso que permitió en la prehistoria colonizar el mundo, a países conquistar regiones y transformarse en imperios y a la formación de naciones que posteriormente se transformarían en potencias como es el caso de EEUU, entre otros. 

Grandes inmigraciones específicas, postguerra o fomentadas por la necesidad de desarrollo de regiones dentro de los países receptores, como la alemana en Chile y Brasil o la japonesa en Perú, han sido ampliamente fomentadas y se relacionan con procesos benéficos para ambas partes y fusiones histórico culturales mutuamente enriquecedoras.

Sin embargo en las últimas décadas el proceso de inmigración parece haberse salido de control y se ha transformado en un tema candente en el debate público.  No es difícil entender por qué. A medida que el mundo se ha vuelto más interconectado, las personas han buscado nuevas oportunidades en diferentes países, lo que ha llevado a un aumento significativo en la inmigración masiva. Esto ha traído consigo una serie de problemas complejos que han desafiado tanto a los inmigrantes como a las naciones receptoras y a los marcos legales que regulan los procesos.

Uno de los problemas más evidentes es la presión que la inmigración masiva ejerce sobre los sistemas de servicios públicos. En muchos países, el aumento de la población debido a la llegada de inmigrantes ha generado tensiones en áreas como la educación, la salud y la vivienda. Las comunidades a menudo se sienten abrumadas por la necesidad de proporcionar recursos y servicios a un número creciente de personas, lo que puede llevar a la percepción de que los inmigrantes son una carga para la sociedad. Alemania es un gran ejemplo de ello y llevó a esa nación a recibir un número limitado de inmigrantes para los que realizó una preparación previa que incluyó enorme inversión pública.

Además, las leyes que rigen la inmigración han sido objeto de intensos debates y, en muchos casos, de cambios drásticos. En algunos países, las políticas se han vuelto más restrictivas, lo que ha llevado a situaciones de incertidumbre y miedo entre los inmigrantes. La falta de claridad en las leyes puede resultar en la separación de familias, la detención de personas en condiciones inhumanas y la deportación de aquellos que han construido vidas enteras en un nuevo país. Esto afecta a los inmigrantes e impacta a las comunidades que los acogen, creando divisiones y tensiones sociales.

La inmigración solía verse como un proceso de integración cultural que podía ayudar a una nación...

Las consecuencias de la falta del marco legal

Otro aspecto importante a considerar es el conflicto intercultural que a menudo surge en respuesta a la inmigración masiva. A medida que las comunidades se ven transformadas por la llegada de nuevos habitantes, algunas personas pueden sentir que su identidad cultural está amenazada. Esto puede dar lugar a un aumento de la hostilidad hacia los inmigrantes, lo que a su vez puede llevar a políticas más severas y a un clima de miedo y desconfianza. El hecho de que exista tal cantidad de inmigrantes complica esta situación aún más, estudios acerca del tema han revelado que desde el 1970 el porcentaje de la población mundial que está emigrando a otros países ha subido de forma constante, pasando desde un 2,3% en dicho año a un 3,6% el año 2020 y este número sigue aumentando exponencialmente. La ONU estima que en el año 2024, 304 millones de personas migraron alrededor del mundo, lo que significa cambios significativos a las naciones receptoras de este flujo de personas.

El principal desafío se vuelve evidente, ya que el marco legal, que una vez protegía a los inmigrantes y ayudaba a su integración, no estaba preparado para la explosión de emigración que seguiría a la Segunda Guerra Mundial, y la falta de actualización a este marco causa que la vista del proceso mismo cambie de “una integración de dos culturas para el beneficio de todos” a “darle hogar y trabajo a miles de personas necesitadas a costa del propio”. 

Porque hay que recordar que hay muchos beneficios al proceso inmigratorio si se hace de forma organizada. Muchos han traído consigo habilidades, conocimientos y una ética de trabajo que han beneficiado a las economías locales. Sin embargo, estas contribuciones a menudo se pasan por alto en medio de la retórica negativa que rodea a la inmigración.

El cambio de foco en este tema es enorme y muy probablemente por el atropello institucional, legal y social que ha generado la inmigración masiva. Las leyes que la rigen parecen no dar abasto con los cambios de este fenómeno en los últimos 20 años y requieren de gran  conocimiento disciplinar para un enfoque equilibrado y humano. Es esencial encontrar soluciones que aborden las preocupaciones legítimas de las comunidades receptoras, y respeten los derechos y la dignidad de los inmigrantes. 

Sólo a través de un diálogo abierto, comprensivo y disciplinariamente complementario podremos avanzar hacia un futuro en el que todos puedan prosperar y llamar al lugar en que viven hogar. Todos quienes se relacionan con el derecho, tienen una inmensa responsabilidad pública en este tema y las sociedades necesitan con urgencia una reflexión constructiva a un problema que parece haberse desbordado…

...Pero la llegada masiva de inmigrantes ha vuelto el actual marco legal obsoleto y eso ha causado problemas.

La Segunda Guerra Mundial cambio muchos de los aspectos de una cantidad incontable de vidas, e incluso en la actualidad sentimos sus efectos. La inmigración puede traer un gran beneficio para un país, pero para lograrlo el marco legal debe adaptarse a las necesidades actuales.