Un ambiente masculinizado


Según el último informe de The Legal 500 Latin America, aproximadamente el 15% de las abogadas son socias en firmas legales en Chile, lo que refleja un aumento en comparación con años anteriores, donde la cifra era aún menor. En México, el porcentaje de mujeres socias en los grandes despachos de abogados era de aproximadamente el 9% en el año 2022. Colombia se levanta como la excepción en esta estadística donde el 30% de los socios eran mujeres, ese mismo año.

De acuerdo con el ranking de Chambers and Partners, publicado en agosto del 2023, el porcentaje de mujeres abogados latinoamericanas reconocidas, dentro de todas las áreas, llega sólo a un 16%, destacando las áreas de Medio Ambiente con un 19%, Competencia con un 21%, Propiedad Intelectual con un 25%, Trabajo con un 22% y Ciencias de Vida con un 35%.

En las menos representadas están Derechos de Agua, Minería, Litigio, Mercado de Capitales, Proyectos, Corporativo y Energía, todas áreas que no llegan al 10% de representación femenina en los abogados destacados en ese ranking en nuestro continente.

Es un dato por decir lo menos revelador, dado que en todos estos países las abogadas recibidas en las últimas décadas, superan el 40% de las distintas cohortes, siendo una carrera relativamente paritaria en su estudio. ¿Qué pasa después? El mercado laboral, es capaz de borrar esta igualdad relativa en el estudio y genera una brecha enorme? o ¿Los objetivos y preocupaciones femeninas, no están de acuerdo con lo ofrecido en el ámbito profesional de la disciplina?

Sea cual sea la respuesta a esta evidencia clara, el proceso de obtener y retener a profesionales femeninas y su enorme talento, es evidentemente un fallo en el ejercicio de la profesión. 

Es por esta preocupación,  de que en los procesos de reclutamiento y selección de abogados se presentaban más hombres que mujeres, que Alessandri Abogados, junto con la Universidad del Desarrollo y la organización ChileMujeres, hicieron un estudio para buscar las razones que llevan, particularmente, a las mujeres estudiantes de derecho a postular o no a los estudios legales.

El estudio realizado entre agosto y octubre de 2023 a un total de 573 estudiantes mujeres de 32 escuelas de derecho de todo Chile, reveló varios de los objetivos, y beneficios que buscan las mujeres en este ámbito profesional: En términos del campo laboral en el que les gustaría desempeñarse, las instituciones del sector público y los estudios de abogados siguen siendo las opciones mayoritarias y en términos de motivaciones laborales, se identificaron 4 objetivos que se consideran las principales razones por las que mujeres eligen trabajar en estos dos ámbitos:

  • El 38% de las encuestadas consideran la oportunidad de desarrollarse en el ámbito de trabajo, ya sea para poner a prueba sus habilidades o conocer el ámbito laboral en un lugar reconocido.
  • Un 23% quiere trabajar en prácticas dentro de ciertos estudios y/o instituciones públicas conocidas para aportar a su carrera profesional o para que ellas mismas puedan aportar a la sociedad o comunidades específicas.
  • Un 22% buscan objetivos económicos. Destacando que agregan al buen sueldo, la igualdad de remuneración en relación a sus contrapartes masculinas.
  • Y un 16% desea poner en práctica sus estudios de pre y post grado y aprender esta vez a través de la experiencia laboral.

El año pasado se determino que solamente el 15% de las abogadas en Chile se han vuelto socias en sus respectivos estudios de abogados

Lo que buscan las abogadas

Todos estos motivos son naturales para cualquier estudiante de derecho o profesional, pero el estudio de Alessandri Abogados, denotó cambios fundamentales entre los abogados y las abogadas en las condiciones laborales que quieren de sus trabajos. Muchas abogadas se enfocan en tres condiciones que no están dispuestas a negociar. La primera de estas condiciones es un buen ambiente laboral, el segundo factor la igualdad de oportunidades, responsabilidades y pago entre mujeres y hombres dentro de una firma, y la tercera exigencia es la preocupación por la salud física y mental de los trabajadores. Un 98% de las encuestadas destacaron  estos tres elementos como muy motivantes y estaban dispuestas a abandonar beneficios como el reconocimiento social o la oportunidad de aprender y utilizar nuevas herramientas y tecnologías para asegurarse de que esas tres condiciones se cumplan.

Son estas tres condiciones las que denotan el problema, que de acuerdo con este estudio se releva: 

El hecho de que las abogadas no sienten que son tratadas en forma igualitaria en las firmas de prestigio. De hecho las tres condiciones que relevan, hacen notar esta diferencia en el trato entre abogados y abogadas. Según el 69% de las encuestadas, ya es muy difícil ingresar a trabajar a estudios prestigiosos e incluso si lo hacen, en el ambiente de trabajo normalmente trabajan más hombres que mujeres (y por lo tanto el ambiente está “masculinizado”), lo que lleva a muchas profesionales a simplemente no postular a estudios en los que normalmente cualquier abogada querría trabajar.

Según los autores del estudio, Loreto Cornejo, Rodrigo Lufí y Morinka Saenz “hay una discordancia entre lo que las encuestadas buscan o aspiran en el ámbito laboral versus la percepción de la realidad que tienen de los estudios de abogados como lugar de trabajo”. Esta discordancia junto con los hallazgos que hacen de sus futuras posibilidades, que sólo un 18% de las abogadas actuales ocupan cargos de responsabilidad dentro de estudios jurídicos, solo empeora la brecha entre las mujeres y los hombres en el ambiente laboral.

La “masculinización”, como dice el estudio, de la profesión legal ha causado un ciclo vicioso entre las expectativas de las estudiantes y profesionales mujeres, las realidades profesionales y la brecha entre lo que se espera y se le permite a las abogadas en el ejercicio profesional. La paridad conseguida en el estudio legal, es destacable, pero debe llevarse al ejercicio del Derecho y a las oportunidades que se les da a las mujeres. Para que la igualdad ante la Ley permita a todo talento desarrollarse en el ejercicio profesional.

En la encuesta las tres motivaciones que más movían a las abogadas eran un, buen ambiente laboral, igualdad de oportunidades, responsabilidades y pago y preocupación por la salud física y mental de los trabajadores.

El ambiente laboral de los abogados es uno de los más masculinizados en el mundo, y es por esto que encontrar y retener talento de abogadas se esta volviendo cada vez más complejo.