Reconociendo un problema antiguo
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la definición de acoso laboral es:
“Una forma de acoso psicológico que consiste en el hostigamiento a través de acciones vindicativas, crueles o maliciosas para humillar o desestabilizar a un individuo o a un grupo de empleados”
En cuanto al acoso sexual define lo siguiente:
“…es un comportamiento en función del sexo, de carácter desagradable y ofensivo para la persona que lo sufre. Para que sea acoso sexual es necesaria la confluencia de ambos aspectos negativos”
El abuso, violencia y acoso en el entorno laboral representan un desafío constante y significativo para las empresas a nivel global. Ignorar, no prevenir y no actuar ante conductas inapropiadas e ilegales en el trabajo provoca desconfianza en trabajadores y empleados, afectando negativamente al ambiente y resultados de cualquier empresa.
En años recientes, ha crecido la conciencia social y como nunca antes el debate sobre la existencia de “comportamientos y prácticas inaceptables” (OIT) se ha hecho público con apoyo de redes sociales y comunicación global. De hecho la OIT puso a disposición de cualquier empresa u organización social una guía práctica para violencia y acoso en el trabajo, lo que junto con las diversas leyes laborales puede servir de marco para un problema, cada vez más complicado y con mayor cantidad de aristas y tan importante para el bienestar de toda persona en un lugar en el que está alrededor del 30% de las horas de su semana.
Se dice que la primera huelga laboral de la historia registrada fue en el siglo XII a.C., en el antiguo Egipto contra el faraón Ramses III, durante la construcción de su tumba, debido a la falta de provisión a los trabajadores, de comida y condiciones básicas. Aún en una época con desigualdades sociales gigantescas, eso era un tema en casos extremos. Con la revolución industrial, las organizaciones de trabajadores y empleados cobraron poder y exigencias como limitar el trabajo a ocho horas diarias realizada inicialmente por la “Revuelta de Haymarket” (EE.UU.- 1876), o hechos que influyeron en la revolución Bolchevique en Rusia (1917), como la protesta masiva de trabajadores por mejores condiciones laborales en 1905. En Brasil, en la década de los 70, son famosas las protestas masivas de los trabajadores metalúrgicos por mejoras salariales.
Todas esas organizaciones, sindicatos, etc, consiguieron enormes avances por derechos de los trabajadores y para limitar el abuso en las condiciones laborales.
Pero hoy ha habido una serie de cambios en forma y fondo para y por la forma de abordar este tipo de problemas. Probablemente el cambio contemporáneo más fuerte en este aspecto es el cambio de foco. Porque la discusión ha pasado en los últimos años de necesidades y problemas grupales a individuales. El mejor y más conocido ejemplo es el de Tarana Burke, una activista y sobreviviente de abuso sexual, que en 2006 acuñó la frase “Me Too” cuando compartió sus experiencias en MySpace, iniciando los eventos que culminarían en el movimiento #MeToo en 2017, que se constituiría en la mayor campaña hasta la fecha de concienciación contra el abuso y acoso sexual a mujeres y la cultura de abuso de personas en posiciones de poder sobre sus empleados, como condiciones específicas y generalizadas.
La primera huelga de la historia fue contra el faraón Ramsés III lo que resulto profético, si incluso una figura divina podía ser desafiada de tal manera, las futuras autoridades también se enfrentarían a las necesidades del pueblo
Desde el #MeToo hasta la Ley Karin
Debido al movimiento #MeToo se ha creado una gran conciencia sobre el problema del abuso de poder en el lugar de trabajo, lo que ha llevado no sólo a parar y castigar situaciones como esas, sino que a la promulgación de muchas leyes para darles marco legal, desde la perspectiva del individuo. En esa misma línea el Gobierno chileno implementará la Ley N°21.643, también conocida como la Ley Karin, nombrada en honor a Karin Salgado, quien se suicidó producto de este tipo de abuso. Esta ley dará un nuevo marco de apoyo y protección a personas que sufren acoso laboral en Chile y pretende prevenir este tipo de situaciones en mayor medida, introduciendo una serie de cambios.
Aborda la prevención, investigación y sanción de la violencia y abuso a personas en su empleo. Una de sus principales exigencias es la existencia de protocolos en todo lugar de trabajo, no importando tamaño ni número de empleados, sobre el tema. Estos protocolos deben dar pautas y mecanismos claros que permitan la identificación de riesgos, la capacitación continua a los trabajadores, procedimientos de denuncia y procesos de investigación que sean imparciales, confidenciales y se realicen con celeridad.
La ley protege los derechos de los denunciantes, exigiendo procedimientos de protección a las víctimas y atención oportuna en ámbitos legales, psicológicos y otros necesarios para enfrentar un proceso de buena manera.
Por otro lado da seguridad a los denunciados, garantizando un debido proceso, justo con capacidad de presentar su versión y defenderse en forma adecuada y por supuesto y en coherencia con la ley general, debe considerarse inocente hasta que se pruebe lo contrario.
En este plano y en cuanto a su puesta en marcha, Claudio Reyes, subsecretario de Previsión Social, afirma que la razón por la cual tanto el denunciante como la persona denunciada no son anónimos es para prevenir el abuso de esta ley y evitar las denuncias falsas, advirtiendo que: “Si alguien quiere presentar una denuncia con el único propósito de causar daño, también será objeto de sanción”.
El cambio de foco de derechos laborales grupales que afectan a cada persona, al de abordar casos netamente individuales y únicos con impactos genéricos, es un gran paso en pos del bienestar de cada uno de los empleados, como lo está haciendo la Ley Karin, que aborda la protección con este punto de vista. Es por lo mismo un gran cambio en la cultura de las relaciones laborales y amplía el rango y abanico de casos y situaciones, lo que será un cambio también para los abogados laboralistas que los abordan. Pero todo cambio importante conlleva este tipo de incertezas y los profesionales de la ley, trabajadores y empleadores, deben colaborar para que sea un éxito en pos de un ambiente laboral más seguro, garante de la dignidad individual y libre de acoso y violencia.
Movimientos como #MeToo han sido vitales para traer a la luz problemas en el ámbito laboral
Es normal que una persona desarrolle relaciones con otras cuando trabajan en una comunidad pero siempre se debe tener claro que hay limites que se deben aplicar, sin importar la autoridad que el trabajo otorgue.