Todos son iguales ante la ley


El ejercicio del derecho penal es uno de los más desafiantes y exigentes dentro del ámbito jurídico. El derecho penal puede ejercerse como abogado defensor en forma privada o como parte de la fiscalía en el ámbito público.   Es también una base sólida para la carrera judicial y para llegar a convertirse en un juez penalista. Sin embargo es una especialidad que expone a los abogados muchas veces a escrutinio público y a dilemas morales que debe superar.

Porque el derecho a una defensa y juicio justos es un derecho humano, como lo define la Constitución Chilena por ejemplo y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ya sea un estafador, violador o asesino incluso, su abogado, ya sea privado o público deberá ofrecerle la defensa que crea mejor para él.

Un buen abogado penalista se enfrenta no sólo a desafíos técnicos sino también a situaciones difíciles que le pueden llegar a afectar laboral e incluso personalmente. Por ello,todo estudiante que decida especializarse en este ámbito debe estar preparado profesional y psicológicamente para  manejar escenarios complejos. Antes de tomar esta decisión estructural en la carrera de un abogado es bueno hacer una reflexión sobre las habilidades duras y blandas que se necesitan para representar de la mejor manera un posible caso penal.

La primera habilidad es, naturalmente, el conocimiento profundo y actualizado de la legislación penal. Este ámbito del derecho es una disciplina en constante evolución, influenciada por cambios legislativos, jurisprudencia y nuevas interpretaciones de la ley, dependiendo del sistema penal. Para ser un abogado penalista destacado es fundamental mantenerse al día con estas actualizaciones cuando las hay, y comprender a fondo las normativas aplicables en cada caso. Y el conocimiento no debe limitarse a lo que dicta la letra de la ley; es crucial entender el contexto en el que se aplica. Esto incluye la familiaridad con el Código Penal, las leyes procesales, los tratados internacionales relevantes, y las tendencias en las decisiones judiciales. Un abogado penalista bien informado puede anticiparse a los argumentos de la contraparte y construir estrategias más sólidas para la defensa o acusación.

También son imprescindibles las habilidades de argumentación y persuasión. En el ámbito penal, la capacidad de argumentar y persuadir es indispensable. Los juicios penales suelen ser intensos y competitivos, y el abogado debe ser capaz de comunicar sus ideas de manera clara, lógica y contundente. Estas habilidades no se limitan al tribunal; también son esenciales en las negociaciones previas, como acuerdos con la fiscalía o mediaciones. Presentar un caso de manera persuasiva implica tanto dominar los aspectos legales, como tener la habilidad de conectar emocionalmente con el juez o jurado, usando argumentos éticos y racionales para convencerlos. En muchas ocasiones estas capacidades también pueden ayudar con las negociaciones y resoluciones alternativas de un caso.

El trabajo de un abogado(a) penalista es uno que enfrenta constantes desafíos por lo que se necesita ser disciplinado.

Las habilidades necesarias para la corte

Una tercera habilidad, menos técnica pero esencial, es la empatía y la capacidad de escuchar. Un abogado penalista eficaz entiende que detrás de cada caso hay personas enfrentando momentos difíciles, ya sea como acusados o víctimas. Tener empatía y saber escuchar son cualidades esenciales para construir relaciones de confianza con los clientes. La empatía permite al abogado comprender el contexto emocional y social de su cliente, lo que resulta clave para personalizar la estrategia legal y proporcionar un servicio humano y profesional. Además, una buena capacidad de escuchar puede revelar detalles cruciales para la construcción de una defensa o el esclarecimiento de los hechos.

Por supuesto, incluso el mejor de los abogados necesitará la capacidad de trabajar en equipo. El derecho penal, especialmente en casos complejos, requiere la colaboración de diversos profesionales. Investigadores privados, peritos, psicólogos forenses y otros especialistas suelen ser piezas clave en el desarrollo de una estrategia sólida. Un abogado penalista debe ser capaz de trabajar en equipo, delegar tareas y coordinar esfuerzos para garantizar que cada aspecto del caso sea abordado de manera efectiva y desde diferentes puntos de vista para una mejor y más completa defensa. 

También es muy importante mantenerse objetivo y consciente en todo paso de que la ética e integridad profesionales son el cimiento de una práctica legal exitosa. Un abogado penalista debe actuar con integridad en todas las etapas del proceso, respetando los derechos de todas las partes involucradas y manteniendo la confidencialidad y la lealtad hacia sus clientes. La reputación de un abogado penalista depende en gran medida de su comportamiento ético. Ser honesto, transparente y justo fortalece la relación con los clientes y contribuye al respeto y la credibilidad en el ámbito jurídico.

Otra característica importante es la capacidad de mantener la accesibilidad y comunicación efectiva con el cliente. Un buen abogado penalista sabe que sus clientes necesitan información clara y constante sobre el progreso de su caso. La accesibilidad es una cualidad fundamental; estar disponible para responder dudas y explicar procedimientos es una muestra de profesionalismo y empatía. Además, es importante que el abogado comunique las estrategias y los posibles resultados de manera comprensible, evitando tecnicismos que puedan generar confusión. Esto fortalece la confianza del cliente y facilita la colaboración en el desarrollo del caso.

La especialidad penal es sin lugar a dudas una en que los abogados lidian con una serie de condiciones y presiones cuando asumen un caso. Además, hay que sumarle que actualmente es una de las más expuestas, dada la era de la información y redes sociales, que intervienen en especial en juicios de impacto público, lo que sólo aumenta la tarea de lograr un juicio justo para las partes involucradas.Todo estudiante que decida especializarse en este ámbito debe tener en cuenta que es un camino largo y riguroso, pero de un alto y directo impacto en la vida de las personas. “Todos son iguales ante la Ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la Ley”, una enorme responsabilidad que cae sobre los abogados penalistas de acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos.

No solo se trata de temas técnicos, habilidades sociales también son muy importantes para un abogado(a) penalista

El ámbito penal es uno riguroso pero que bien puede cambiar las vidas de varias personas, ya sea probando inocencia, trayendo justicia o más por lo que es importante que los abogados estén dispuestos a crecer junto a estos desafíos.