La importancia de los elementos no urgentes


‘Mucho presta el libro de la vida al trabajo de la ciencia’. 

Es una verdad fundamental que, a pesar de que una persona trabaja para vivir,  muchas veces termina siendo al revés. Vivir la vida y darse espacio para la familia y las experiencias personales incluso alimenta y enriquece el quehacer profesional. 

Uno de los grandes problemas del teletrabajo y de las comunicaciones continuas es la falta de límites entre la vida personal y profesional de cualquier persona. Esto genera grados de sobre-conexión, que pueden llegar a interferir gravemente una y otra y evitar el buen rendimiento laboral por un lado y la falta de tiempo personal para familia, hobbies y experiencias individuales o colectivas tan importantes para la salud mental y el desarrollo personal.  

Dentro de este escenario muy extendido en el mundo laboral, la profesión legal es notoria por sus altas demandas y presiones intensas, en muchas de sus especialidades y en especial en los estudios. A menudo se requiere que los abogados trabajen largas horas, gestionen casos complejos con altos niveles de estrés y tiempos de dedicación y que tomen decisiones que conllevan consecuencias personales significativas.

Esto, unido a la falta de límites entre diferentes aspectos de la vida lleva a que el equilibrio de las actividades y el descanso sea difícil de lograr y su gestión un desafío en especial cuando se tiene una familia, con tiempos y situaciones que demandan aún más dedicación.

Vale la pena hacer una pausa en este torbellino de situaciones y pensar en lo importante y no sólo en lo urgente. Porque la familia y la vida familiar son sin duda para todos lo más importante, pero quedan relegados en este escenario por muchas veces no estar en carácter de urgente.

El hecho de que los abogados muchas veces y por períodos largos se vuelven adictos al trabajo es real. Esto probablemente debido a los altos riesgos e implicancias para sus clientes, involucrados en muchos casos.  A menudo están bajo esta inmensa presión para desempeñarse bien, ganar casos, cumplir con las expectativas de sus clientes y/o empleadores, en detrimento de sus propias vidas y seres queridos. 

Hablamos anteriormente de los síntomas individuales de estar sobrecargado de trabajo, y una vida laboral desequilibrada, que impide el descanso y desarrollo personal del profesional puede tener infinitas dificultades, que redundan no sólo en problemas con su familia o círculo íntimo, sino que finalmente también en su quehacer profesional.

La falta de tiempo también puede tener un impacto negativo en las relaciones personales. Cuando un profesional dedica la mayor parte de su tiempo al trabajo, es probable que descuide a su familia y amigos. Esto puede llevar a sentimientos de aislamiento y desconexión, tanto para el profesional como para sus seres queridos. Las relaciones familiares pueden verse afectadas, ya que los momentos de calidad juntos se convierten en una rareza. La presión constante por cumplir con las demandas laborales, sumada a la falta de tiempo para el autocuidado, puede contribuir a problemas de salud mental. La ansiedad y la depresión son dos de los trastornos más comunes que pueden surgir en profesionales que no logran encontrar un equilibrio entre su vida laboral y personal. La falta de tiempo para actividades recreativas, ejercicio físico o simplemente para relajarse puede agravar estos problemas, creando un ciclo perjudicial que afecta tanto la vida personal como la profesional.

La tecnología ha apoyado a muchos empleos pero también ha resaltado la falta de división que puede existir entre la vida personal y profesional

Los problemas de la falta de división

El agotamiento, por ejemplo, es un problema común entre los abogados y puede ser particularmente problemático para el desarrollo de la vida y las relaciones personales. El agotamiento puede ser físico, emocional y/o mental, y es generalmente causado por la exposición prolongada al estrés, cuando hablamos de él en forma crónica. El agotamiento y la desconexión asociados pueden afectar la capacidad para relacionarse en forma personal y participar en actividades con sus seres queridos. Pueden encontrar difícil estar presentes y atentos con quienes les son más importantes, lo que lleva a relaciones tensas y sentimientos de culpa y frustración.

La falta de comunicación y la ausencia de apoyo emocional pueden generar tensiones y conflictos, lo que a su vez puede aumentar el estrés y la insatisfacción personal. Los abogados a menudo tratan con casos complejos y cargados emocionalmente, como la defensa penal, disputas de derecho familiar y reclamaciones por lesiones personales. Estos casos pueden ser emocionalmente agotadores, ya que los abogados deben navegar por los problemas y experiencias de sus clientes manteniendo una actitud profesional. Es inevitable que eventualmente los abogados que manejan este tipo de casos enfrenten reacciones emocionales a la variedad de crímenes, tragedias y otros actos, que pueden afectarlos personalmente, lo que muchas veces redunda en falta de comunicación con sus seres queridos, para evitar impactar negativamente la vida de quienes los rodean con problemas complejos de su trabajo y evitar llevarlos a su vida personal.

Y ese, por encima de todo, es el problema: la falta de interacción personal, debido a la sobrecarga. Por naturaleza somos criaturas sociales y buscamos compañía, ya sea amistosa, romántica, familiar u otra, para conectarnos con los demás. Si el trabajo de un abogado, o cualquier profesional, no les permite tener tiempo para su desarrollo personal, entonces se encontrarán de repente sin la capacidad de lidiar con el estrés e incluso el trauma, y eso puede llevar a situaciones difíciles. Es importante que todos los profesionales establezcan límites entre su vida personal y su entorno laboral. Pero si sus responsabilidades se vuelven demasiado urgentes, es igualmente importante que establezcan espacios donde puedan comunicarse, ya sea que lo hagan con sus familias, con amigos, con compañeros de trabajo o con profesionales de salud mental, depende de cada individuo.

En la sociedad actual, donde la productividad y el rendimiento son altamente valorados, muchos profesionales se enfrentan a un problema creciente: la falta de tiempo para dedicar a su vida personal y familiar. Este fenómeno, que se ha intensificado con el avance de la tecnología y la cultura del trabajo constante, puede tener consecuencias significativas en la salud mental y emocional de los individuos, así como en sus relaciones interpersonales. El equilibrio entre la vida laboral y las relaciones personales puede ser un desafío difícil, pero es importante gestionarlo, por el bien de cada uno y quienes lo rodean e incluso por el trabajo que se alimenta de esas experiencias y desconexiones tan necesarias.

El sobrecargo profesional puede llevar a la ausencia del apoyo emocional, lo que conlleva serios problemas psicológicos 

La falta de comunicación es una de las causas más severas de problemas psicológicos para todos los profesionales. Es importante tener un espacio donde uno pueda comunicar sus desafíos.