Cambiando un país sin violencia


¡Tengo un sueño! Con esta frase, el activista, filósofo y político Martin Luther King Jr. definió su foco al mundo y cambió el curso de la historia en los Estados Unidos de América. A pesar de que el país ha sido criticado por su uso liberal de la violencia, también tiene una larga e ilustre historia de grupos e individuos que han protestado pacíficamente sobre asuntos difíciles y leyes injustas y, a través de un arduo trabajo y sacrificio, han logrado cambiarlas para mejor.

Estas demostraciones pacíficas han sido fundamentales para impulsar el cambio social, abordar las injusticias y expandir los derechos civiles. También son ejemplos que demuestran la importancia de la organización social pacífica en pos de un objetivo. Lograr que las personas salgan a las calles requiere de un ideal que mueva e intérprete masas, y es importante recordar las manifestaciones en la historia que lograron incluso cambiar leyes de una de las naciones más poderosas de hoy.

Ejemplos como el Movimiento por el Sufragio Femenino destacan, ya que fue una lucha de décadas para asegurar el voto femenino en los Estados Unidos. Comenzó formalmente con la Convención de Seneca Falls en 1848, organizada por Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, donde se adoptó la Declaración de Sentimientos, que pedía igualdad de derechos para las mujeres, incluido el derecho al voto. Culminó con la aprobación de la 19ª Enmienda en 1920, otorgando a las mujeres el derecho al sufragio. Esta enmienda marcó un cambio significativo hacia la igualdad de género en el país e inspiró movimientos similares en todo el mundo, llevando al voto femenino en numerosos países.

No fue de ninguna manera un proceso fácil; tomó no sólo décadas, sino también la lucha de muchas mujeres y sus grupos, como la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer y la Asociación Estadounidense pro Sufragio de la Mujer, que protestaron pacíficamente durante años para alcanzar la 19ª Enmienda. Las Centinelas Silenciosas, una organización creada por Alice Paul y el Partido Nacional de la Mujer, fue el primer grupo en la historia en manifestarse pacíficamente ante la Casa Blanca, y muchas de sus miembros pagaron el precio, 168 de estas mujeres fueron encarceladas.

Huelgas como el Movimiento por el Sufragio Femenino y el Movimiento por los Derechos Civiles son poderosos ejemplos de como se puede cambiar a la sociedad sin violencia

Manifestaciones basadas en principios

Otro ejemplo notable es el del Movimiento por los Derechos Civiles, uno de los ejemplos más conocidos de protestas no violentas en los Estados Unidos, que buscó poner fin a la segregación racial y la discriminación contra los afroamericanos y asegurar el reconocimiento legal y la protección federal de sus derechos de ciudadanía. Estas protestas llevaron a cambios legislativos significativos base de numerosos transformaciones aplicadas a diferentes grupos hasta hoy, como la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohibió la discriminación basada en raza, color, religión, sexo u origen nacional. La Ley de Derechos Electorales de 1965, que eliminó las barreras para votar para los afroamericanos, como las pruebas de alfabetización y los impuestos electorales. Y luego estaba la Ley de Vivienda Justa de 1968, que prohibió la discriminación en la venta, alquiler y financiamiento de viviendas, por cualquiera de los motivos anteriormente descritos.

Todos estos derechos fueron cruciales para muchas personas en el país y, lamentablemente, si bien se organizaron como manifestaciones pacíficas, se encontraron con oposiciones violentas. Ejemplos como el Boicot de Autobuses de Montgomery, provocado por el arresto de Rosa Parks por negarse a ceder su asiento en el autobús a una persona blanca, la Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad, donde Martin Luther King Jr. pronunció el discurso mencionado anteriormente  “Tengo un sueño”, y las Marchas de Selma a Montgomery en pro de la demanda de derechos de voto para los afroamericanos, fueron todas recibidas con resistencia violenta de las autoridades. Pero se mantuvieron firmes y lograron con enorme esfuerzo y pérdidas, leyes que cambiarían el mundo.

Un tercer ejemplo es el Movimiento contra la Guerra de Vietnam. Las manifestaciones pacíficas masivas contra ese conflicto produjo una enorme presión sobre el Gobierno de EEUU aunando el descontento del público, no sólo por sus razones y desarrollo, sino también por la injusticia que se cometía contra los  jóvenes que y eran reclutados para luchar en la guerra desde los 18 años pero no podían votar hasta los 21. Esto los hacía incapaces de influir en nadie o votar por alguien para representarlos en el Congreso, organizaciones que regían el mismo Estado que los estaba enviando a arriesgar sus vidas. En 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower se convirtió en el primer presidente de los Estados Unidos en apoyar públicamente el voto de las personas a partir de los 18 años. Esto basado en la petición del movimiento que pregonaba la siguiente idea: “Si una persona es lo suficientemente mayor para luchar, es lo suficientemente mayor para votar”, y así, en 1971, se redujo la edad para votar y cambió la 26ª Enmienda de su constitución.

Los movimientos actuales, como por ejemplo el LGTBIQ+ y los derechos de los homosexuales lograron la ley del matrimonio igualitario para EEUU con marchas pacíficas anuales. El movimiento ME TOO, por su lado, con movimientos sociales y manifestaciones pacíficas de todo tipo, ha logrado enormes progresos en la prevención de acoso sexual y leyes que protegen a las mujeres en sus trabajos y vidas personales, y han hecho grandes avances en cuanto a leyes que resguardan los derechos de minorías y de las mujeres en Estados Unidos.

La historia de las organización masiva pacífica en los Estados Unidos de América es un poderoso ejemplo de los ciudadanos de una nación examinándose a sí mismos y defendiendo lo que creen. Afortunadamente, no son los únicos. Las manifestaciones ocurren en todas partes a lo largo de la historia y del planeta, por una variedad de razones, como el Movimiento de Independencia de la India, el Movimiento contra el Apartheid en Sudáfrica, la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia y otros. Estos son todos buenos ejemplos de lo importante que puede ser el poder de las personas unidas en torno a una idea que cambie las leyes para mejorar el desarrollo de la sociedad en la que viven.

Estos ejemplos históricos han inspirado manifestaciones hasta la actualidad, lo que ha ayudado a la sociedad con una variedad de problemas

Tal como hay muchos ejemplos del uso liberal de armas de fuego en Estados Unidos, hay muchos ejemplos tanto en el país como en el mundo del poder de las palabras para construir una mejor sociedad