¿Qué tan bueno es tu inglés? Si eres abogado con experiencia y quieres trabajar en un entorno internacional, quizás te hayas hecho esta pregunta más de una vez. Y es que el inglés es un requisito indispensable para muchos puestos de trabajo en el sector legal, y no basta con decir que lo dominas, sino que hay que demostrarlo con una certificación oficial.
[Video] Prueba tu Listening: Abogados ¿Inglés fluido o falso?
Sin embargo, según un estudio que realizamos en Work On Law, descubrimos que un número excesivo de abogados tienden a sobreestimar su nivel de inglés en su hoja de vida, lo que puede generar desconfianza y decepción entre los empleadores.
El estudio comparó el nivel de inglés declarado por los abogados con el que obtuvieron en una prueba de certificación reconocida internacionalmente, como el TOEIC, el TOEFL, Duolingo o el Cambridge English. Los resultados fueron sorprendentes: solo el 60% de los que afirmaron tener un nivel C1 o C2, es decir, ser usuarios competentes o expertos, pudieron respaldar su afirmación con una certificación acorde.
El 40% restante, que aseguró poder trabajar sin problemas en inglés, resultó tener un nivel inferior al que declaró, lo que implica que está vendiendo su inglés por encima de lo que realmente sabe.
El estudio también reveló que hay una diferencia de género en este fenómeno: el 70% de los que inflaron su nivel de inglés son hombres, lo que podría indicar una mayor confianza o una menor conciencia de sus limitaciones.
De acuerdo al estudio realizado por Work On Law, un 40% de los abogados que declaran ser bilingües sobrevenden su nivel de inglés.
Una situación alarmante
Esta situación es preocupante, porque hace que los empleadores pierdan credibilidad en cómo los abogados califican su idioma. Al ser tan grande el grupo de estas personas que se sobrevenden con su nivel de inglés, afirmar tener inglés avanzado hoy día es un significante vacío. Esto genera un problema para los que realmente dominan el idioma y su afirmación es cuestionada por la baja credibilidad que tiene la mera afirmación. Entonces empieza el problema de tener que recurrir a otras secciones del currículum para saber si el inglés que afirma tener tiene sustento en la realidad, por ejemplo porque ha vivido fuera del país, porque estudió en alguna institución, y lo que es peor, promueve la odiosa práctica de preguntar dónde estudió enseñanza básica y media, esperando que la respuesta se menciona algún colegio británico por ejemplo.
Lo más alarmante es que, dentro del grupo que sobrevende su inglés, un tercio ni siquiera puede trabajar fluidamente en inglés, porque obtiene un B2 o menos, según mostramos en el gráfico. El nivel B2, según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, corresponde a usuarios independientes del idioma, que pueden entender las ideas principales de textos complejos, pero que carecen de la fluidez y la precisión necesarias para comunicarse con eficacia en situaciones profesionales.
Por eso, desde Work On Law recomendamos a los abogados que quieran mejorar sus oportunidades laborales que sean honestos con su nivel de inglés y que se preparen adecuadamente para obtener una certificación que lo acredite. Así, podrán demostrar su competencia lingüística de forma objetiva y fiable, y evitarán frustraciones y malentendidos tanto para ellos como para sus potenciales empleadores.
Radiografía de la sobreventa de los abogados y su nivel de inglés: no son tan expertos ni competentes como declaran.
Aprender y manejar el inglés es una de las habilidades más útiles para todos los abogados por lo que mantener y probar el nivel del idioma se ha vuelto tan importante.